"Va a haber más muertos"

Con el rostro hinchado, morado por los golpes propinados dos días antes por empleados de la minera Mag Silver, Ismael Solo-rio entró al Palacio de Gobierno de Chihuahua acompañado de otros campesinos y defensores de los derechos humanos y le advirtió a Raymundo Romero, secretario de Gobierno del estado: "Si no se arregla el asunto de la mina en nuestro ejido Benito Juárez, va a haber muertos". Los integrantes del Barzón que ese 15 de octubre lo acompañaban expusieron la campaña de linchamiento que enfrentan por su lucha en defensa del agua y se pronunciaron contra las extracciones ilegales por parte de la minera y de un grupo de menonitas con poder económico. De las amenazas, dijeron, se pasó a la agresión física; también aportaron información sobre el precio que, según relataron, los acaparadores ofrecieron a sicarios para que los mataran.

Una semana después, el 22 de octubre, Solorio -líder estatal del Barzón- volvió a entrar al palacio. Esta vez acompañado por su esposa, Manuela Martha Solís. Los dos iban en ataúdes color caoba. En ese recinto fueron velados.

Los barzonistas, enardecidos, indignados, adoloridos, insistieron en que se trató de un "crimen de Estado". La policía estatal intentó desalojarlos, pero no hubo manera: era mucha la rabia contenida.

Solorio Urrutia y su esposa fueron víctimas del desgobierno en esa entidad y de la inacción de las autoridades federales. Fueron asesinados por defender el agua, escasa en el desierto chihuahuense; por exigir el respeto a la veda impuesta en su región desde 1957, que prohibe las perforaciones de nuevos pozos y las obras de retención del líquido.

El exdiputado Víctor Quintana, dirigente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el estado y quien estuvo presente en la reunión del 15 de octubre, dijo que dos días después de ese encuentro, Solorio, Martín Solís y Hera-clio Rodríguez fueron amenazados ante el Congreso del estado por asalariados de la minera, quienes estaban acompañados por integrantes de la Confederación Nacional Campesina.

"En las videograbaciones del 'acribilla-miento verbal' se puede apreciar a varios sicarios que actúan en el ejido Benito Juárez", escribió el político.

En un céntrico hotel del Distrito Federal, Proceso entrevista a la abogada del Barzón, Lucha Castro, también directora del Centro de Derechos Humanos de la Mujer (Cedehm). Están también los líderes estatales Rodríguez, Solís, Gabino Gómez y Joaquín Solorio, hermano de Ismael, quienes se dicen...

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