Más muertos, más fosas, más desaparecidos... y Duarte tan tranquilo

XALAPA, VER.- Javier Duarte inicia su último año de gestión inmerso en una ola de violencia expansiva: el lunes 11, policías estatales levantaron a cinco jóvenes en Tierra Blanca y cuatro días después fueron localizadas dos fosas -una en Emiliano Zapata y otra en Maltrata- con osamentas de 15 personas.

Desde que llegó a la gubernatura, el 1 de diciembre de 2010, el gobernador priis-ta no ha podido dar seguridad a los vera-cruzanos; menos aún frenar a los cárteles de la droga que se disputan el territorio desde hace años y mantienen a la población en la zozobra.

Una bitácora elaborada por el corresponsal con base en estadísticas oficiales da cuenta de 13 cementerios clandestinos localizados desde esa fecha. También registra que la Fiscalía General del Estado (FGE) recibió 950 denuncias penales por desapariciones; la Procuraduría General de la República consideró que 155 fueron forzadas.

Tan sólo en el periodo 2012-2015, 186 policías municipales y estatales fueron puestos a disposición de la Subprocura-duría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por presuntos vínculos con el crimen organizado Al cierre de esta edición, la FGE y la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSP) continuaban las indagatorias en torno al levantamiento de los jóvenes José Benítez de la O, de 24 años; Mario Arturo Orozco Sánchez, de 27; Alfredo González Díaz, de 25; Bernardo Benítez Arroniz, de 25, y Susana Tapia Garibo, de 16.

La búsqueda incluye sobrevuelos de helicópteros de la SSP y de la Secretaría de Marina, así como rastreos terrestres en medio centenar de municipios de la cuenca, la región montañosa y la zona costera, en los que participan alrededor de 100 elementos de las policías Estatal y Ministerial de la FGE divididos en 11 grupos operativos.

Ante la falta de resultados, los familiares de los cinco desaparecidos, oriundos de Playa Vicente, se entrevistaron con Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, y le exigieron "resultados inmediatos"; también solicitaron al gobierno federal atraer el caso.

"Son jóvenes sanos"

El padre de Benítez Arroniz, Bernardo Benítez Herrera, de 54 años, se muestra consternado y asegura que su hijo no tenía malas amistades ni problemas con nadie de la comunidad.

Mi hijo andaba todo el día conmigo. No es un vagabundo.Trabaja y está pegado a su familia. Es un muchacho trabajador y de familia, al igual que los demás jóvenes.

Don Bernardo, tío de...

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