Nadalo derrite

Acostumbrado a luchar para sacar a su familia adelante, al réferi "El Bombón" nada lo derrite, pues aunque la pandemia de Covid-19 lo dejó sin actividad en el ring, se las ingenia como impresor para que en casa no les falte el pan y la sal a su esposa y sus cuatro hijos.

Antes de convertirse en la autoridad del cuadrilátero, Adrián Rodríguez estudió la carrera de administración y cuenta con una especialidad en recursos humanos, pero también trabajó en una purificadora de agua, tuvo una taquería, vendió carnitas, birria y todo lo que pudo para afrontar la vida, la cual primero lo llevó a ser luchador profesional (Black Tribal) para después ponerse la camisa a rayas.

"Empecé a entrenar queriendo ser luchador, ya grande, a los 22 años con el profesor Ojo de Tigre en el gimnasio Ham Lee durante dos años. El profesor me invitó a una función, pero yo no tenía ni equipo ni personaje. Mandé hacer una máscara, conseguí mallas, botas y me fui a luchar por primera vez; debuté como Tribal", apuntó.

Sin embargo, con el paso de los años el destino le tenía reservada una sorpresa desagradable, al sufrir un accidente que lo orilló a dejar la lucha en su faceta de gladiador.

"Luché de los 24 a los 32 años, anduve en funciones con los Rayos Tapatíos, con Tarim...

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