Los narcos mexicanos desembarcan con todo su poder en Colombia

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Una de las primeras cosas que hizo el periodista Francisco Santos cuando el presidente colombiano, Iván Duque, lo designó -el pasado agosto- embajador en Estados Unidos, fue leer toda la información reservada a la que tuvo acceso sobre lo que hay detrás de las 171 mil hectáreas de hoja de coca sembradas en Colombia. Santos, quien fue vicepresidente de 2002 a 2010, sabía que esa cantidad récord de cultivos ilícitos que ha hecho de Colombia el primer productor mundial de cocaína es el tema de la relación bilateral que más interesa a Washington.

Tanto así, que el presidente estadunidense Donald Trump ha amenazado con "descertificar" la lucha antidrogas de Colombia si el país no hace algo para reducir en forma "inmediata" los cultivos cocale-ros, los cuales se triplicaron en los últimos cuatro años.

Pero lo que más sorprendió a Santos de sus averiguaciones sobre el tema no fue la rapidez con que aumentaron los cultivos ilícitos, sino enterarse, por un reporte de inteligencia que le proporcionó un organismo nacional de seguridad, que las organizaciones que alentaron ese crecimiento fueron los cárteles mexicanos de la droga.

Y es que, según el reporte conocido por el embajador de Colombia en Washington y al cual tuvo acceso el reportero, las organizaciones mexicanas del narcotráfico "han financiado directa e indirectamente" alrededor de la mitad de las 171 mil hectáreas de plantíos de hoja de coca que, según un monitoreo de la ONU, hay en la nación sudamericana.

Ese hecho convierte a cárteles como los de Sinaloa, de Jalisco Nueva Generación y Los Zetas en una nueva amenaza para Colombia.

Desde hace cinco años esas organizaciones delictivas vieron con preocupación el inicio de negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC -que era la organización que controlaba la mayoría de cultivos ilícitos en Colombia- y se preocuparon por generar condiciones que les garantizaran el abasto de esa droga.

"Con su capacidad de financiamiento, los cárteles mexicanos compraron a bandas criminales y grupos residuales de las FARC para controlar la producción de coca. Ya controlaban la distribución y hoy están cerca de controlar la producción. Para esto necesitan control territorial y lo están adquiriendo muy rápidamente a través de organizaciones colombianas que trabajan para ellos", señala un reporte de inteligencia militar.

El director Antinarcóticos de la Policía Nacional, general Fabián Laurence Cárdenas, descarta que las organizaciones mexicanas sean propietarias directas de sembradíos de hoja de coca, pero reconoce que tienen una red de delegados en varias regiones de Colombia a través de los cuales han puesto a trabajar para ellos a las bandas criminales locales y a las disidencias de las FARC.

El fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, considera que una columna de exguerrilleros de las FARC...

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