La nave no va

AutorDenise Dresser

Porque además están en el poder, en todos los partidos, los herederos del antiguo régimen autoritario. Helos ahí, incrustados en la vida política, dirigiendo los medios, al frente de las instituciones electorales, apoltronados en el Poder Judicial. Donde el PRI todavía es visto como alternativa pragmática ante una derecha que no pudo con el poder y ante una izquierda demasiado dividida como para ejercerlo. Donde los intereses financieros y empresariales se aferraron al peñanietismo como una tabla de salvación que parece hundirse. En 2012 el PRI se presentó comoi el partido que había llegado a salvar al paísl de los corruptos y de los incompetentes!

En 2105 el PRI demuestra ser ambas cosas a la vez. Y en medio de los tres partidos habita una fauna de políticos parasitarios cuyo oportunismo es superado sólo por su aferramiento al erario. Cada partido en su planeta diferente, con cada vez menos habitantes. Con su voto duro o comprado o coercionado, pero poco más.

"No toda la gente vive en el mismo ahora", escribe Bartra citando a Bloch, y eso es lo que ocurre en nuestro país. La coexistencia de lo premoderno con lo moderno y lo posmoderno. Ayotzinapa y el Instituto Nacional de Acceso a la Información y los Millennials. Chiapas con el Distrito Federal y Nuevo León. No todos se imaginan el mismo futuro. Unos apuestan a candidatos independientes, otros se ven obligados a resignarse ante el fraude electoral. México vive la fragmentación política, la amenazante simultaneidad de situaciones contradictorias y no contemporáneas. Y los partidos son emblemáticos de estas contradicciones, de este retraso. Se han convertido en un manojo de actitudes disparatadas. Son incongruentes internamente, llenos de enormes fisuras, incapaces de mantener posturas política, económica e ideológicamente coherentes ante la crisis del país.

Y el resto de las fuerzas políticas padecen esta misma falta de "contemporización". Un priista corrupto de Veracruz no es contemporáneo de Javier Corral. Televisa no es contemporánea de Rompe-viento TV, ni los líderes sindicales se parecen a los tecnócratas de Hacienda. Los líderes de la Coparmex no son contemporáneos de los maestros de la CNTE. Las voces modernizadoras en la izquierda no contemporizan ni con los dirigentes de sus propios partidos. Pero como bien argumenta Bartra, todos viven en el mismo barco, forman parte del mismo sistema. El problema es que con sus corrupciones, intransigencias e intolerancias están averiando la...

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