Neonazis se cuelan al ejército

AutorJaime Porras Ferreyra

MONTREAL, CANADÁ.- Grupos y colectivos canadienses exhiben ideas asociadas a la extrema derecha en mítines, bares y espacios de internet. Pese a que sus programas no son idénticos, evocan generalmente la defensa de la "población blanca", el rechazo hacia pueblos indígenas e inmigrantes (especialmente judíos, musulmanes y africanos), la discriminación a las personas LGTB y la admiración hacia políticos radicales de otras latitudes. Incluso algunos respaldan abiertamente el uso de la violencia o hacen apología del nazismo.

Las masacres perpetradas por la influencia de la extrema derecha, tanto fuera de Canadá como dentro del país (como el ataque a una mezquita en Quebec en 2017) han aumentado la preocupación entre las autoridades canadienses.

A este respecto, un asunto que inquieta sobremanera es que varios miembros de las fuerzas armadas pertenecen a colectivos de la extrema derecha y han emitido mensajes o han realizado acciones ul-traderechistas. Un ejemplo es que en 2017 cinco militares asociados al colectivo radical Proud Boys perturbaron una manifestación convocada por pueblos indígenas en Halifax. Otro tiene que ver con la detención en Estados Unidos, el pasado enero, de Pa-trik Mathews. Este exmiembro de una brigada del ejército canadiense forma parte de The Base, un grupo neonazi que difunde la idea de una guerra étnica.

Al ser detenido, Mathews tenía un video en su computadora, en el que invitaba a atacar a tiros a grupos de gente, envenenar suministros de agua y descarrilar trenes para incitar una "guerra civil" que culminara con la creación de un "Estado blanco".

"En la extrema derecha hay policías, estudiantes, comerciantes, entre otros sectores. Por lo tanto, no debe sorprender que algunos militares también participen", explica a Proceso Benjamin Ducol, jefe de investigación del Centro de Prevención de la Radicalización Violenta de Montreal.

Para Ducol, ciertos elementos pueden favorecer un interés particular por parte de algunos miembros de las fuerzas castrenses. "Está el tema del patriotismo, que varios podrían malinterpretar y percibir como un nacionalismo cerrado. También hay casos de experiencias confusas con el interculturalismo. Ciertos soldados han vuelto de Afganistán relacionando al Islam con toda clase de amenazas. No todos los militares están obsesionados con las armas, pero puede haber derrapes. A su vez, el espíritu de camaradería y los rasgos de tipo paramilitar de muchos grupos de extrema derecha pueden llamar...

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