Neruda y Allende, amistad entrañable y desconocida

AutorFrancisco Marín Castro

VALPARAISO, CHILE.- A Pablo Neruda y Salvador Allende los separó la muerte siendo amigos entrañables, en momentos en que ambos se hallaban en la cúspide de sus carreras poética y política, justo el día en que el poeta presentaría, en compañía del presidente socialista, su proyecto más preciado: Cantalao.

Ese 11 de septiembre de 1973 se daría el lanzamiento a la construcción de la ciu-dadela destinada a la promoción de las artes y las letras, a ubicarse en una hermosa meseta próxima al mar y a la casa de Neruda en Isla Negra.

El ministro de Justicia Sergio Insunza presentaría los planos y la maqueta, proyecto que contó con el respaldo del Gobierno de Allende. También llegaría con un documento oficial que acreditaba el otorgamiento de la personalidad jurídica de la Fundación Cantalao, entidad que administraría los bienes del poeta. Tras la respectiva ceremonia, habría un almuerzo con un pequeño grupo de invitados entre los que estaría el presidente.

Manuel Araya, quien era el chofer de Neruda, cuenta que éste le pidió un día antes que fuera a La Moneda para dejarle la invitación a Allende. Araya, quien sería conocido mundialmente por denunciar en mayo de 2011 que "Neruda fue asesinado" (Proceso, 1801), afirma ahora a este corresponsal que el mandatario lo recibió en su despacho, y que "leyó la nota e inmediatamente redactó una respuesta", donde dejó claro que no podría asistir:

Dígale al compañero (Neruda) que mañana voy a ir a la Universidad Técnica y que posiblemente haya ruidos de sables.

Efectivamente, a la misma hora en que ambos debían estar disfrutando por la materialización de Cantalao, la conspiración golpista acababa con el gobierno de la Unidad Popular y con la vida del propio Allende. Acota Araya:

"La muerte del presidente Salvador Allende afectó mucho a don Pablo Neruda, sin embargo él se sentía con la fuerza y entereza necesaria para seguir luchando por lo que creía era justo."

Es significativo que el último escrito de Neruda sea el poema "Allende", redactado tres días después del golpe desde su casa de Isla Negra y que cierra las memorias Confieso que he vivido (Seix Barral, 1974).

...aquella gloriosa figura muerta iba acribillada y despedazada por las balas de las ametralladoras de los soldados de Chile, que otra vez habían traicionado a Chile.

A las 22.30 horas del domingo 23 de septiembre de 1973, sin embargo, sería el propio Neruda quien falleciera. Esto, tras aplicársele una inyección no programada y aún no precisada.

Vidas paralelas

No obstante la enorme trascendencia de estos dos hombres y su fin tan cercano, se ha investigado y escrito muy poco sobre la estrecha relación que los unió. Esta deuda comienza a saldarse con la reciente publicación de Pablo Neruda y Salvador Allende: una amistad, una historia (RIL editores), del escritor y diplomático chileno Abraham Quezada. Se trata de un ensayo histórico que destaca, entre otras razones, por reproducir un conjunto de cartas inéditas entre ambos personajes (ver recuadro).

En entrevista con Proceso el autor subraya las similitudes biográficas que unieron a estos dos grandes chilenos:

Ellos son contemporáneos: Neruda nació en 1904 y Allende en 1908. Ambos se sentían profundamente provincianos actuando en la capital (Neruda vivió su niñez y adolescencia en Temuco; Allende en Valparaíso...

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