Una niña bien...mala / Galería de arte erótico

La semana pasada, una amiga me invitó a la inauguración de su serie de óleo titulada 'Erotismo sublime'.

Haciendo honor al título de aquella artística noche, me tomé mi tiempo para enfundarme en un vestido de piel acompañado de unos tacones altos que permitían que mis piernas se movieran con majestuosa libertad entre los asistentes que ya degustaban vino blanco con damiana y canapés para subir la libido y desinhibir emociones.

Yo había quedado en acompañar a un amigo muy especial al cumpleaños de una antigua ex novia, así que le propuse ir conmigo a aquella galería improvisada.

Mi amigo, renuente al principio, comenzó a disfrutar la presentación mientras su cara cobraba un toque travieso al apreciar la explicación gráfica de la inspiración de cada cuadro consistente en hombres y mujeres casi desnudos, expresando las imágenes en óleo.

El primer cuadro dejaba entrever un par de labios carnosos y brillantes, totalmente femeninos, en una aproximación tal que podías imaginar el beso y la historia que seguramente seguiría a tan sugestiva imagen. Todos escuchábamos de trasfondo la explicación de mi amiga, pero la atención de la mayoría se centró en esas dos mujeres desnudas que habían cubierto sus espectaculares cuerpos en pintura, paradas una frente a la otra sin tocarse mientras se miraban fijamente y poco a poco acercaban sus rostros para congelar ese toque casi imperceptible de sus labios.

Los cuadros mostraban cuerpos rozándose, piernas desnudas entrelazadas, bocas sumamente sugerentes que no llegaban a ser explícitamente sexuales.

-Bueno, ya vámonos, te prometí salir temprano.

-¿Estás loca? Aún nos falta la explicación de la mitad de los cuadros.

No podía parar de reír al ver a aquel disfrutando de la exposición que nos permitió alcanzar cierto nivel de excitación.

Luego de un par de horas cambiamos nuestro rumbo y llegamos a la dichosa fiesta tan solo para encontrarnos con la cumpleañera cubierta en lágrimas, pues el galán había terminado su relación justo ese día.

-No puedes pasar así tu cumple, deja a todos aquí y vente con nosotros un par de minutos aunque sea para que respires y cambies de aires. Te prometemos que vas a regresar mucho más tranquila y contenta.

Incrédula y en shock, cuando menos lo esperó, ya nos encontrábamos en medio de aquella exposición que continuaba teniendo a aquellas figuras humanas de carne y hueso replicando cada 10 minutos la escena al pie de cada cuadro.

Ella olvidó su drama y volteó a vernos con una cara de...

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