Presidencia niega una y otra vez lo evidente: la ostentosa remodelación de Los Pinos

AutorAnabel Hernández

Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, la Re- sidencia Oficial de Los Pinos sufrió profundas transfor- maciones: Fue redecorada y remodelada e incluso hay nuevas construcciones. Pero el Ejecutivo trata de ocultar esos cambios y se niega a dar cuentas sobre los recursos públicos erogados.

Los gastos de remodelación, construcción y menaje en Los Pinos durante los dos sexenios panistas, habitualmente escandalosos, al menos mostraron indicios de transparencia. Ahora no.

Cuando Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera y los seis hijos de ambos se convirtieron en la familia presidencial, la residencia Miguel Alemán (dentro de Los Pinos) fue transformada radicalmente: de albergar oficinas se convirtió en su hogar. Se remodeló para adecuar los espacios y hacerlos recámaras, baños, vestidores y estancias, y además se le quitó al inmueble el estilo mexicano contemporáneo para hacerlo un palacete afrancesado.

En respuestas oficiales a seis solicitu-des de información presentadas por esta reportera entre noviembre de 2012 y el pasado martes 9, reiteradamente la Presidencia negó que hubiera remodelaciones, construcción, nuevo menaje o redecoración en Los Pinos.

Pese a que Peña Nieto y su esposa han hecho públicos los cambios en la casa Miguel Alemán en fotografías oficiales y en revistas de modas, y no obstante que una nueva edificación es visible desde la avenida Parque Lira, la Dirección General de Finanzas y Presupuesto, el Estado Mayor Presidencial y la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Presidencia lo niegan todo.

La investigación sobre los gastos en Los Pinos empezó en noviembre de 2012. Las puertas de la casa presidencial están abiertas para jefes de Estado y funcionarios de otras naciones, fiestas e incluso para que el palacete afrancesado fuera set de una sesión de fotos de la revista Marie Claire. Pero ante el escrutinio público esas puertas se cierran.

Tras una revisión de documentos oficiales, testimonios de exfuncionarios de Los Pinos y fuentes vinculadas con la nueva administración, y luego del análisis de las fotografías oficiales de la Presidencia en los sexenios de Ernesto Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, se comprueba que ha habido remodelaciones y construcciones nuevas que el Ejecutivo, en una estrategia de simulación y opacidad, ha intentado ocultar durante dos años.

El Toallagate

En diciembre de 2000, cuando Fox asumió la Presidencia, Los Pinos sufrió una profunda transformación. La casa Miguel Alemán, usada en la era del PRI como habitación de la familia presidencial, fue desmantelada con el supuesto propósito de dejar atrás las épocas de derroche y ostentación.

El inmueble quedó convertido en oficinas para el Presidente y su equipo más cercano, mientras que dos cabañas edificadas en el sexenio de Luis Echeverría fueron transformadas en su hogar. Los trabajos corrieron a cargo del arquitecto Humberto Artigas, quien le dio a todo el conjunto un toque mexicano contempo-ráneo. Para ello se gastaron más de 61 millones de pesos del erario.

En el primer mes de gobierno de Fox la Presidencia gastó más de 4 millones de pesos en menaje de casa. Entre lo adquirido había tres toallas importadas "con bordado especial" con un costo 4 mil 25 pesos cada una; cuatro juegos de sábanas Wam-sutta con valor total de 154 mil 280 pesos; una vajilla "elegante modelo Bavaria en porcelana" con un costo de 40 mil 250 pesos; cama y cabecera de 55 mil pesos; baúl de pie de cama de 32 mil 826 pesos; un colchón, 20 mil pesos; cuatro manteles rectangulares...

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