#NiUnaMenos

AutorDenise Dresser

Como bien lo expresa Frida Guerrera en el libro #NiUnaMenos, la lucha contra el feminicidio y las múltiples maneras en las que se maltrata a las mujeres no es una lucha contra los hombres. No es una batalla encabezada por "feminazis". Es una guerra que nos atañe a todos, porque se libra para vencer problemas que trascienden el género: la impunidad, la desigualdad, la prepotencia, la indiferencia. Las conductas que no caben en una sociedad que se dice progresista, y que políticamente apoya una llamada "Cuarta transformación" pero no será tal si no abarca a las mujeres. Si no se asume la gravedad de las penurias por las cuales pasa la mitad de la población. Si la misoginia y el machismo se siguen expresando en las casas y en las oficinas y en las fábricas y en los medios de comunicación y en las redes sociales, repletas de epítetos insultantes o frases descalificadoras. Si la muerte o la desaparición de otra mujer es sólo una nota roja y no una emergencia para la autoridad.

Las mujeres pintarrajean monumentos porque han pasado demasiados años de ceguera y sordera de parte de policías, ministerios públicos, procuradores, jueces. El Estado mismo que revictimiza a las víctimas o a sus familiares al no escucharlas, no responderles, no actuar cuando tendría que hacerlo veloz y eficazmente. El Estado que, vía un sistema judicial podrido, pone en libertad al esposo de Abril Pérez y se vuelve verdugo en vez de protector. El Estado que, vía un sistema policial descompuesto, permite la violación de mujeres por hombres puestos en los espacios públicos para cuidarlas. Y la sociedad todavía se asombra cuando las mujeres patean puertas o hacen pintas. Nos están matando y no pasa nada. Rara vez se investiga a alguien. Rara vez se juzga a alguien. Rara vez se sanciona a alguien.

Sólo se acumulan cifras, sólo se recopilan datos, sólo se amontonan expedientes. Las estadísticas tan distantes del dolor; los datos tan lejanos de la desesperación. Y mientras tanto se nos sigue llamando "putas", "tontas", "delincuentes", "provocadoras", "vandálicas". La descalificación social se entremezcla con la indiferencia institucional para crear una realidad que cada día es peor. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2019 hubo 2 mil 833 mujeres asesinadas en México. Destazadas, calcinadas, violadas, desaparecidas, despojadas, denigradas, olvidadas, abandonadas en canales, ríos, terrenos, carreteras. Sólo 726 casos (25.6%) han sido...

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