"Nosotras no hemos matado a nadie"

AutorSara Pantoja y Neldy San Martín

La difusión de tres casos de presunta violación sexual de policías de la Ciudad de México contra dos menores de edad y una empleada de limpieza avivó la indignación de miles de mujeres que salieron a la calle a protestar el lunes 12 y el viernes 16, muchas de ellas integrantes de un movimiento feminista con distintas expresiones, pero una causa en común: la condena a la "violencia machista" y la exigencia de justicia a las miles de víctimas de feminicidio, desaparición, violaciones sexuales y acoso.

"Antes no te mataban, no te hacían cachitos ni te metían en una cisterna. Hace 15 años no había muertas todos los días, el término feminicidio no existía ni tampoco el nivel de impunidad de ahora. Antes, la agresión era decirte 'puta'. Ahora te lo marcan en la piel", dice María Teresa Priego-Broca, feminista y maestra en Estudios de lo Femenino por la Universidad de París.

Esta declaración explica, en parte, la indignación que derivó el viernes 16 en daños a una estación del Metrobús, el incendio de una estación de policía y las pintas en el Ángel de la Independencia con frases como "México feminicida", imágenes que fueron difundidas en tiempo real por televisión y redes sociales.

Esa indignación tiene fundamentos. Las cifras hablan: de enero a julio de este año se levantaron 540 carpetas de investigación por feminicidio a nivel nacional, 13 mil 530 por abuso sexual y 2 mil 317 por acoso, de acuerdo con el Secretariado

Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Después de una tensa semana de agitación la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, convocó a un grupo de feministas con un propósito: construir políticas públicas que atiendan la situación de violencia contra las mujeres para contener la ira y generar ideas conjuntas. Sin embargo, en ese espacio no se consideró la diversidad de voces dentro del movimiento feminista.

Efecto diamantina

Proceso habló con integrantes de "colectivas" y grupos feministas para conocer sus posiciones ante la situación de violencia contra las mujeres, así como su forma de organización y de convocatoria.

Entre los puntos comunes las reporteras encontraron que las feministas de ahora utilizan las redes sociales como su principal medio de comunicación y difusión de sus manifestaciones, talleres, conferencias y protocolos de seguridad individual y colectiva.

Así se organizaron manifestaciones con los hashtags #NoMeCuidanMeViolan, contra las violaciones perpetradas por policías; #ExigirJusticiaNoEsProvocación, contra la respuesta de Sheinbaum cuando criminalizó la protesta; #NiUnaMás, #NiU-naMenos, ante los feminicidios y #MiPri-merAcoso y el #MeToo, contra el acoso sexual en la casa, la escuela, el trabajo, el transporte público y la calle.

Entre sus principales banderas están: aborto legal, el derecho para decidir sobre sus cuerpos, "todas las mujeres/ todos los derechos", "libertad política y sexual", no a la heterosexualidad obligatoria ni a "ceder sus cuerpos ni corporalidades a un sistema que dicta el patriarcado" y el derecho político a tomar las calles.

El movimiento feminista mexicano de los últimos cuatro años ha construido una agenda propia y no sólo se manifiesta en fechas conmemorativas, como la del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sino a partir de casos específicos...

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