'¡No pases!', le gritaban

Aunque el agua golpeaba su cuerpo y le llegaba hasta la cintura, Martha Segura sacó las fuerzas necesarias para ayudar a una familia que estaba atrapada en un taxi.

El cruce de la Avenida Teléfonos y Uruguayos, en la Colonia Santa Fe, en Apodaca, estaba hecho un río con tal fuerza que tenía aprisionado al vehículo de alquiler.

Una pasajera y una niña de unos 5 años ya habían podido salir, pero en el interior estaba el padre de familia, que era el taxista, y una hija de 17 años.

"Era toda la corriente contra nosotros", cuenta Martha, la ama de casa que vive enfrente del cruce inundado y que salió a ayudar junto con su hijo de 15 años.

"No podíamos hacer mucho, de hecho hasta a mí me estaba llevando la corriente, hasta que logramos sacar a la muchacha ya inconsciente, la corriente ya casi me la quitaba a mí. No los conozco, fue inercia, creo que las personas duelen, son seres humanos".

Todos a salvo, se estaban recuperando de la impresión y del desgaste físico que sufrieron cuando vieron que otro taxi se aproximaba a la corriente del agua.

"¡No pases, no pases, no pases!", le gritaban las personas que habían estado a punto de sufrir un accidente fatal.

"El taxi se quedó parado", narra Martha, de 30 años, "dijimos 'se van a salir', se emparejó con el otro taxi que estaba...

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