No a la violencia como destino: Ramón Vargas

AutorJudith Amador Tello

Aunque dice ser muy tímido, el tenor Ramón Vargas confiesa que canta a la menor provocación. Y es verdad. A mitad de la entrevista, al hablar de la influencia en su formación de los cantantes populares Pedro Infante, Jorge Ne-grete y Javier Solís, se suelta cantando una frase de Sombras... Nada más, del le-trista argentino José María Contursi:

"Sombras, nada más, entre tu vida y mi vida..."

Nacido en la Ciudad de México en 1960, Vargas celebra tres décadas de carrera profesional, aunque en realidad canta desde niño, cuando estudiaba en el colegio lasa-llista Cristóbal Colón de La Villa. Hasta ahí, ha relatado, llegó su todavía maestro Antonio López en busca de voces para el Coro de Infantes de la Basílica de Guadalupe. Uno de sus compañeros le dijo al profesor, que a él no lo audicionara pues seguro pasaría: "¡Es el Pedro Infante de la escuela!".

-¿No le quedaría más la comparación con Jorge Negrete, con una voz más potente y educada?

-Estamos hablando de dos cosas diferentes: Jorge Negrete tenía una voz más dotada y potente que Pedro Infante, era un instrumento mayor, como tener un piano Steinway de gran cola, era maravilloso. Pedro Infante no, tenía un instrumento más discreto, muy bonito, pero lo que me gusta mucho de él es su modo de decir, su interpretación, más que su voz. A los dos los admiro mucho, son -sin duda-pilares de nuestra música. Pero es una cuestión de gustos y a mí, Pedro Infante me parece un gran poeta, era un poeta con la voz.

-Con Javier Solís incluido, ¿estos cantantes tuvieron realmente algo que ver con su formación como cantante? ¿En algún momento pretendió imitarlos?

-No... Javier Solís cantaba precioso, tenía esa voz: "Sombras, nada más, entre tu vida y mi vida...", pero era un poco el más desgraciadito de los tres, una persona más simple, no tenía esa personalidad, era un poquito más opacado. Infante era un canalla que sabía estar de bueno, de malo, de lo que fuese, era también un talento histrió-nico extraordinario que nunca estudió, un talento natural impresionante, cuanto más lo observo más me doy cuenta, i

Y Jorge Negrete venía de una buena familia, bien educada, Infante era un cantante del pueblo, un carpintero que fue, ganó un concurso, se encontró con la fama y no supo qué hacer, además murió muy joven. Es admirable, es el sueño americano, el sueño mexicano en este caso.

En el marco de las fiestas conmemorativas del 202 aniversario del inicio de la Independencia, Vargas ofrecería un concierto en el...

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