La nueva estrategia del Cruz Azul: mandar a la banca a Guillermo Álvarez

AutorRaúl Ochoa

A escasos días de retomar la vicepresidencia del Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul, cargo que comparte con su cuñado Alfredo Álvarez, Víctor Garcés Rojo ya da indicios del sello que pretende imponer en la organización: restringir la representación del presidente del equipo, Guillermo Billy Álvarez, su otro cuñado.

De acuerdo con el plan, Billy ya no será el único que tome las decisiones en la organización. La medida obedece a que el presidente de La Máquina ejerce una posición "pasiva, y para dirigir una empresa también se requiere la energía y la exigencia de respeto".

Si se concreta la reorganización, las decisiones recaerán en un órgano colegiado que estará integrado por los dos vicepresidentes, tres vocales y el presidente del Consejo Directivo del equipo.

Con lo anterior, dice Garcés Rojo, "se evitará que la dirección general quede en manos de quienes pretenden dirigir el futbol mexicano: los promotores".

Garcés menciona "un proceso de reordenamiento social, económico y político" en el equipo para justificar el cambio que pretende. En entrevista con Proceso, critica la administración centralizada que por años lleva el actual presidente de Cruz Azul, "porque no ha conseguido prácticamente nada".

Fortalecido por su reposicionamiento en el club, anticipa que uno de los principales cambios consiste en la aplicación de un contrato con base en el éxito de los futbolistas, "de acuerdo con su rendimiento", y que los aficionados determinarán si realmente el jugador se ganó la oportunidad de continuar en el equipo.

"Me estoy metiendo en otro lío en el club: voy a abrirlo. La afición tendrá el derecho a opinar sobre la recontratación de un jugador mediante una encuesta. La opinión del aficionado será tomada en cuenta, tenga o no contrato el jugador. Estoy metiendo candados en los contratos de tres años; si la afición no acepta al futbolista, tendré argumentos legales para dar por concluido el compromiso."

Garcés Rojo agrega que con la medida se terminará el dispendio en la contratación de jugadores, cuyo valor exceda los 10 millones de dólares. "Me niego a pensar que sólo con dinero se puede obtener el título".

Otra medida que pretende el vicepresidente es limitar a siete la cantidad de futbolistas extranjeros, para impulsar las fuerzas básicas y minimizar la injerencia de los promotores. "El representante del jugador ya no se va a enfrentar a una sola persona (Billy Álvarez), se va a encarar a un órgano colegiado".

Precisamente sobre ese tema, reconoce que el promotor Carlos Hurtado sigue operando en Cruz Azul con la complacencia de Guillermo Álvarez, aunque asegura que su presencia ahora es mínima.

"No lo hemos podido erradicar, tiene una influencia muy fuerte con el presidente del equipo, pero le puedo decir que está fuera en un 90%. Su presencia ya es...

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