Oportunistas, caudillos y aficionados hundieron al PAN

AutorAlvaro Delgado

La lógica del poder y el dinero le está ganando a la lógica del bien común", sentencia el diagnóstico autocrítico de la Comisión de Reflexión del Partido Acción Nacional (PAN) integrada tras la derrota de la elección de 2009, antesala del colapso que sobrevino el año pasado. Y describe: La lucha por el poder es la prioridad.

En el comportamiento de los panis-tas no aplica la fuerza de las ideas, sino la fuerza del interés, la nómina y el poder.

Se ha olvidado la mística del partido.

No ha habido congruencia entre la democracia exigida y las prácticas del partido.

Perdimos el valor de la ciudadanía, hasta en la integración del IFE.

Falta trabajo y compromiso personal de los militantes.

Se perdió la responsabilidad ética ante el juicio ciudadano.

Y sigue: "No hemos sabido convertir nuestra doctrina en políticas públicas y programa de gobierno... Ya no somos el partido del cambio".

En el apartado "Impunidad por razones de índole política", el diagnóstico obtenido por Proceso y que hasta ahora sigue mantenido en secreto por la cúpula del PAN, es contundente:

Se han tolerado los actos de corrupción de militantes y funcionarios panistas.

No se sanciona a miembros que hablan mal de funcionarios del partido y de sus dirigentes hacia afuera.

Aplicación discrecional de estatutos y reglamentos.

No hay castigo para militantes y funcionarios que trabajan para el contrario.

Esta evaluación del PAN y sus propuestas de solución elaboradas por una comisión de 10 panistas encabezados por José Luis Coindreau, fue desdeñada por las facciones dominantes y la degradación fue extendiéndose hasta la grotesca disputa por las chequeras del grupo parlamentario en el Senado que protagonizan los incondicionales de Gustavo Madero y de Felipe Calderón.

Este conñicto grupal, que se perfila como el peor en su historia de 74 años, forma parte del olvido no sólo metafórico sino literal de Manuel Gómez Morin -su fundador y referente ético- y su herencia ideológica, porque la cúpula omite hasta conmemorar las efemérides de su natalicio, el 27 de febrero de 1897, y de su muerte, el 19 de abril de 1972.

El desprecio a Gómez Morin llega a extremos ridículos: En Batopilas, Chihuahua, su lugar de nacimiento, se han cometido fraudes electorales en el PAN -con muertos que votan- que han quedado impunes, y en Guanajuato se recuerda al procer no por sus ideas sino por la panista "Asociación de Taxistas Gómez Morin", ejemplo del clientelismo blanquiazul.

La honradez, la democracia interna y hasta la deliberación han sido liquidadas también en el PAN, porque la estrategia de los grupos no es vencer con argumentos sino con el sabotaje al quorum, como ocurre en la Asamblea Nacional, el Consejo

Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional, los máximos órganos de dirección del partido, en ese orden.

El pleito grupal en curso, por el dinero público que reparte el Senado, ha llegado ya a la barandilla y sólo falta que los contendientes, detrás de los que se encuentran Calderón y Madero, crucen puñetazos.

Víctima de sus mitos

Tal descomposición no sorprende a Carlos Arrióla, catedrático de El Colegio de México, del que fue secretario general, y autor de numerosas obras sobre ese partido: "El PAN es víctima de sus propios mitos y de sus propias mentiras", afirma.

Autor de Cómo gobierna...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR