Osorno, víctima del agua privada

AutorFrancisco Marín

SANTIAGO.- Una prolongada suspensión del suministro de agua en la sureña ciudad chilena de Osorno generó una ola de indignación en todo el país. La crisis derivó en la exigencia de poner fin a la concesión entregada a la Empresa Sanitaria de Los Lagos (Essal), filial de la francesa GDF Suez.

Además, como nunca antes, se hizo evidente ante la opinión pública el hecho de que Chile es el único país en tener el servicio de agua potable completamente privatizado.

Todo comenzó la medianoche del 10 de julio, cuando el único operario de la planta Caipulli, de Essal, olvidó detener el llenado con petróleo de un generador de electricidad. Esto ocasionó un rebalse de 8 mil litros de combustible y la consecuente contaminación de las piscinas en las que se purifica el agua que abastece a Osorno, ciudad de 200 mil habitantes.

Al declarar a la Policía de Investigaciones, el funcionario -cuyo nombre no se reveló- dijo que trabajaba sin luz y con equipos precarios. Causó escándalo que informara que para hacer funcionar el indicador de llenado de combustible del generador de electricidad, "había que golpearlo con una piedra".

A la mañana siguiente del derrame todo Osorno estaba sin agua.

Desde las primeras horas del 11 de julio -cuando se notificó del corte a la población-la empresa dio información falsa respecto de las razones y en relación con el momento en que se concretaría su reposición. Con los días quedó en evidencia que Essal no tiene filtros de repuesto ni un plan de contingencia para hacer frente a una crisis como ésta.

Desesperados, el 15 de julio los habitantes de Osorno se volcaron a las calles para protestar, unidos bajo el grito: "¡Fuera Essal!" Los manifestantes marcharon tras una manta que decía: "Recuperemos el agua para l@s chilen@s!!" y "¡El agua es un derecho, no un negocio!".

El 17 de julio, constatando la gravedad de la crisis, el presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión de un viaje que realizaría a Estados Unidos, donde participaría en un encuentro privado organizada por Google. Ese día se trasladó a Osorno, donde fue recibido entre protestas. Allí, con la parafernalia que suele rodear sus intervenciones, anunció el regreso del agua. Sin embargo esto no se concretó, sino hasta cuatro días después.

El 18 de julio la administradora municipal de Osorno, Karla Benavides, hizo airadas declaraciones a la prensa: "¡Es impresentable que en esta gobernación no esté el intendente (gobernador regional); no están las autoridades que...

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