Su pacto espurio los condenó

AutorJesusa Cervantes

El PRI se alzó con el triunfo en la Cámara de Diputados al lograr cuando menos 260 legisladores en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal). Sin embargo, la selección de sus nueve candidatos a gobernadores y el abandono económico en que la dirigencia nacional dejó a sus abanderados locales el pasado 7 de junio "disminuyeron a la presidencia del partido y fortalecieron a los gobernadores".

Así resume la situación un operador priista, que detalla cómo a las dos de la tarde del 7 de junio la alerta sonó en el segundo piso del edificio sede del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI. Ahí, el presidente de este instituto político, César Camacho; la secretaria general, Ivonne Ortega; el secretario de Administración, Luis Vega, y el recientemente nombrado secretario de Elecciones, Arturo Zamora, empezaron a recibir desde Los Pinos llamadas de reclamo: Nuevo León y Querétaro, dos estados claves, se estaban perdiendo.

Aurelio Ñuño, jefe de la Oficina de la Presidencia, fue el encargado del regaño. Primero habló con Camacho, quien de inmediato exigió a los gobernadores priistas "operar" para revertir las tendencias. Éstos le reclamaron que "al cuarto para las doce y sin que bajara el dinero, era imposible". Después lo evidenciaron ante Ñuño; Camacho se defendió arguyendo lo siguiente: Luis Vega "nunca nos dejó operar el dinero, ya sabes que sólo responde a Peña".

Uno de los participantes en la encerrona sigue con el recuento: "Para las cuatro de la tarde esto era un pleito, había reclamos de todos lados. Ñuño hablaba con los gobernadores, éstos le aseguraban que ni Camacho ni Ortega hicieron trabajo político en los estados: 'Nos dejaron solos'". Ñuño seguía reclamando a Camacho, y éste se defendía alegando: los propios gobernadores "no quisieron que me metiera a operar".

Y mientras la dirigencia priista recibía desde la Presidencia de la República presiones y reprimendas, en la sala de prensa instalada en la explanada central del partido se tenía el dato de que el candidato independiente Jaime Rodríguez El Bronco estaba nueve puntos por arriba de la priista Ivonne Álvarez García en Nuevo León, y que Claudia Pavlovich, ahijada política de Manlio Fabio Beltrones, recuperaba la gu-bernatura de Sonora con siete puntos de ventaja.

A las 7 de la tarde las dirigencias nacionales del PRD y el PAN salieron a dar tendencias. El PRI aguardó. Camacho nunca dio la cara a los medios de comunicación. En tanto, en los nueve estados donde se disputaban las gubernaturas, los aspirantes priistas se iban...

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