Un pacto entre mafias de Medellín logra lo insólito

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Luego de que Medellín registró a principios de 2019 un inusitado aumento en la violencia que llegó a causar alarma social, la ciudad terminó el año con un descenso de los homicidios que, según especialistas en seguridad, se debe a un acuerdo entre las organizaciones criminales que las autoridades han aprovechado para hablar de resultados.

“La violencia se estaba saliendo de control y los jefes de las dos facciones de La Oficina (la mayor organización delictiva de Medellín) decidieron pactar una tregua y dar la orden a las bandas de la ciudad para detener las disputas territoriales”, dice a Proceso el principal experto en seguridad de Medellín, Luis Fernando Quijano.

El analista afirma que el repunte de la criminalidad golpeaba la imagen del alcalde saliente, Federico Gutiérrez, que tiene aspiraciones presidenciales y cuya principal bandera de gobierno ha sido el combate a la inseguridad.

El alcalde -indica Quijano- "no es que haya promovido el pacto entre los jefes del crimen organizado de la ciudad, pero no le puso obstáculos; la política fue 'dejar hacer, dejar pasar' para que se dieran las reuniones que tenían que darse y para que los capos acordaran ordenar a las bandas dejar de echar bala".

Entre enero y mayo de 2019 se reportaron 307 homicidios en esa ciudad colombiana, 51 más que en el mismo periodo de 2018. Con frecuencia aparecían cuerpos desmembrados envueltos en bolsas y cadáveres con disparos a quemarropa y signos de tortura.

En ese momento, Gutiérrez, un popular alcalde que actúa como "el primer policía" de Medellín, comenzó a perder apoyo ciudadano.

En mayo último, en medio de las críticas de varios sectores a causa del aumento del crimen en la ciudad, el respaldo a su gestión bajó siete puntos de popularidad, según la encuesta Gallup. Se ubicó en 78%, que aún es un porcentaje alto, pero no tanto como los 91 puntos que tuvo meses antes cuando su estrategia lo proyectó como jefe policiaco más que como alcalde.

El aumento en los homicidios golpeó a Gutiérrez en términos políticos, sobre todo cuando abril y mayo se convirtieron en los dos meses más violentos de Medellín en los últimos cinco años, con 71 y 75 asesinatos, respectivamente.

En abril la percepción de inseguridad creció cuando aparecieron los cuerpos de dos hombres en bolsas negras en una céntrica avenida.

Una de las víctimas fue identificada por la policía como integrante de La Terraza, una facción de La Oficina que sostenía una tensa disputa de negocios con...

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