Paga el plagio con su juguete

CIUDAD DE MÉXICO.- El delincuente fue claro con Cristian: debía llevar todos los objetos de valor que había en su casa si quería volver a ver viva a su mamá.

Sin pensarlo, el niño de 10 años tomó su X-box y las arracadas de su madre para llevárselos a los secuestradores que lo llamaron a su casa en Chalco.

La orden del delincuente era que los llevara a la estación del Metro Chabacano, donde lo estarían esperando para hacer el intercambio.

El pequeño agarró la consola de juegos, el cargador y los aretes; los metió a una bolsa y después se embarcó a la Ciudad de México.

En la estación del Metro Pantitlán, en Venustiano Carranza, el niño se acercó a dos policías bancarios que vigilaban las instalaciones.

Eran las 15:30 horas y los uniformados escucharon con atención y decidieron mantenerse bajo su custordia de Cristian para corroborar el secuestro llamando a su mamá.

Primero, los agentes hablaron con la mamá del chavo quien les comentó que estaba en perfectas condiciones y en su área de trabajo.

Durante las investigaciones, aún en el...

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