El país más pobre... pero con un suelo rico

AutorIrene Savio

NIAMEY.- En la tienda de alhajas del señor Zakariya Longo el calor es asfixiante. El techo y las paredes de adobe de la habitación apenas calman el implacable sol que a media tarde aún se abate sobre el mercado de Wadata, en la capital nigerina.

Tirados en el suelo, algunos hombres se empeñan en doblar a golpes los amasijos de hierro a la espera de clientes. Pero no hay clientes; sólo se ven a la distancia unos niños de tierna edad que arrastran cubetas de agua, y mujeres que venden pescado al aire libre en una anaranjada calle sin asfaltar.

"Somos tuareg y venimos de Agadez, en el norte de Níger. Nos fuimos de allí cuando colapsó todo", cuenta el comerciante al hablar de esa tierra rica en uranio que las compañías extranjeras explotan descaradamente desde hace medio siglo.

Para llegar a Agadez, la ciudad de Zaka-riya, hay un vuelo de unas dos horas que es autorizado exclusivamente para los operadores humanitarios y otro para el resto de personas, ambos parten de Nia-mey con las precarias aeronaves de una compañía local.

También es posible viajar unas 17 horas en autobús por una carretera que nadie aconseja tomar. Es una ruta llena de baches, como casi todas las del país, que levanta un polvo intenso cuando se entra en el centro de Agadez, ciudad cuyo aspecto aletargado le pesa desde su fundación, allá por los siglos XV y XVI.

Tras las rebeliones tuareg de los noventa y algunos secuestros de trabajadores extranjeros -el más grave, de siete franceses en 2010, colocó a Agadez en la lista de varios países europeos sobre las "zonas que deben ser evitadas"-, el turismo ha abandonado el lugar para darle espacio a la crisis económica.

Lejos están los tiempos de los viajeros enamorados del desierto y del París-Dakar, la internacionalmente famosa carrera automovilística que por aquí pasó la última vez en 1997. No hay riquezas para los habitantes de Agadez. Ahora que se persigue el transporte de migrantes y que Libia está en guerra languidecen, incluso, las rutas comerciales hacia el norte.

La guerra libia ha sido un nuevo golpe letal. Antes del derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi (2011) muchos nigerinos y otros subsaharianos de la región viajaban a Libia, país que era considerado uno de los llamados "El Dorado económico" de África, dedicándose a la agricultura o a la pesca.

Pero con la guerra ya instalada fueron miles los que hicieron el viaje al revés. Desempleados, acabaron convirtiéndose -debido también a la corrupción- en "passeurs", la...

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