Durante el panismo, una década de impunidad

AutorRodrigo Vera

La siniestra historia de Genaro García Luna ha sido paso a paso narrada por Proceso desde su desempeño como titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en el gobierno de Vicente Fox, cuando ya venía arrastrando un negro historial de corrupción, alianzas con el crimen organizado, fabricación de culpables y montajes encaminados a construirse una imagen de superpolicía.

Este semanario abordó ampliamente el montaje televisivo armado por García Luna en diciembre de 2005, con el cual acusó a la francesa Florence Cassez de pertenecer a una banda de secuestradores, hecho que marcó su sucia carrera policiaca pero no fue obstáculo para que, un año después, en diciembre de 2006, Felipe Calderón lo nombrara secretario de Seguridad Pública.

De inmediato, este nombramiento fue mal visto por las altas esferas militares con las que iba a colaborar, pues ya para entonces a García Luna se le relacionaba con la organización criminal de Arturo Beltrán Leyva.

También molestó al Ejército el que García Luna, al asumir la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), haya forzado la incorporación de 10 mil militares a las filas de la Policía Federal Preventiva (PFP) a fin de habilitarlos en tareas policiacas en la recién declarada guerra de Calderón contra el narcotráfico (Proceso 1583).

Sin una estrategia definida y presionado por la falta de resultados, muy pronto García Luna comenzó a tener enfrenta-mientos en el Gabinete de Seguridad, cuyos integrantes -Ejército, PFP y Procuraduría General de la República (PGR) - no se ponían de acuerdo para enfrentar al crimen organizado, que seguía cobrando vidas.

Por si fuera poco, para diciembre de 2007, investigaciones de la PGR ya habían confirmado que en más de 20 estados los cuerpos policiacos tenían fuertes vínculos con el narcotráfico, sobre todo en entidades que eran asiento o corredores de los cárteles de la droga. Los casos más críticos eran Nuevo León, Tamaulipas, Baja California, Michoacán, Jalisco, Campeche yTabasco.

Mientras que en la SSP García Luna iba de ensayo en ensayo sin poder resolver los viejos vicios de la institución -rotó a la mayoría de los mandos medios y altos y despidió a cientos de policías, cuya mayoría recurrió al amparo argumentando que los despidos fueron injustificados-, seguía sin concretarse una estrategia de seguridad (Proceso 1622).

En enero de 2008 llegó al extremo de viajar a Washington para solicitar formalmente al gobierno de Estados Unidos que su Servicio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR