Las pasiones de Sergio Hernández, en Casa Lamm

Plata o plomo! No se necesita mucho para entender la disyuntiva entre la vida y la muerte en esa velada amenaza. El plomo se asocia con la muerte: Lo llenaron de plomo, lo plomearon, le dieron de plomazos. Sin embargo el pintor Sergio Hernández (Huajuapan de León, Oaxaca, 1957) reinterpretó el concepto con una pasión que lo llevó a la intoxicación física, casi al punto de la enfermedad, para aproximarlo a la vida, a la creación y a la búsqueda de nuevas expresiones artísticas.

El resultado es un conjunto de obras, ochenta de las cuales se presentaron en 2016 en el Labirinto della Masone, en Par-ma, Italia, con el título Tres pasiones. Ahora, una selección de 18 de ellas integra la exposición Sergio Hernández, pasión natu-rante en la Galería Elena Lamm, del Centro Cultural Casa Lamm, abierta desde el pasado jueves 23 de marzo.

En pleno montaje de obras, Hernández y el curador italiano Giorgio Antei se toman un descanso para hablar con Proceso de la muestra y el trabajo que ha realizado el pintor con el plomo en los últimos tres años. Hernández aborda también el tema del mercado del arte y adelanta algunos de sus proyectos, entre ellos la ilustración del célebre libro La uisión de los uencidos, de Miguel León Portilla.

Fue en el taller del restaurador Manuel Serrano, ubicado en la colonia Roma de esta ciudad, donde Hernández inició el trabajo con plomo:

"Ahí hemos trabajado muchos artistas a quienes nos ayudan en las cuestiones técnicas. El blanco de plomo se ha utilizado históricamente, siempre, mezclado con aceite y se convierte en amarilloso. Mi gran curiosidad fue si usando vinagre, agua acida, sacaría la pureza del plomo, el blanco de plomo. Ahí empecé a trabajar con las placas."

Durante tres años laboró en la serie que suma entre 80 y 90 placas, exhibidas también en el Palazzo delle Esposizione de Roma. Paralelamente hizo una serie de cuadros rojos en cinabrio, "que es mercurio con azufre, es un rojo muy profundo", en gran formato. El famoso coleccionista italiano y editor de libros Franco Maria Ricci publica el catálogo Hernández. Tres pasiones, así como el libro Códice Hernandi-no-Mixteco. Ambos fueron presentados en Casa Lamm el mismo jueves 23 con los comentarios de Germaine Gómez Haro, Antei y Jaime Moreno Villarreal.

Con auténtica emoción, Antei expresa que la exposición ahí, aunque más pequeña que las de Italia, es una síntesis y la conclusión de un trabajo:

"Hablo como curador, el artista dirá si está de acuerdo, pero es importante porque marca el fin de un camino y el comienzo de otro. Sergio ha estado trabajando de una forma sumamente creativa en los últimos tres años, con una propuesta nueva, inesperada; sobre una base sorprendente como es el metal, la metalurgia, la química; con su experiencia pero totalmente diferente. Es lo que espera un crítico de arte, lo nuevo -ahora él está presente y puede ser un poco modesto en decirlo-, pero ha sido realmente nuevo en su carrera. Es un broche de oro de un momento en su carrera."

Considera que Hernández "ha trabajado el plomo con una curiosidad que lo ha llevado a puntos extremos, hasta intoxicarse físicamente y en forma grave, incluso hace pocas semanas volvió a trabajarlo de forma directa, respirándolo y todavía sigue con esa intoxicación".

Editor para América Latina de Ric-ci, Antei explica que el plomo ha estado presente en la cultura pictórica de la humanidad desde la prehistoria y "siempre ha causado estragos". Algunas mujeres lo usaban para maquillaje, Isabel de Inglaterra, la primera, murió por utilizarlo, dice.

"Los artistas como Sergio ya no son tan vanidosos, utilizan el plomo para explorar nuevas...

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