Patrick Loliger. Rompiendo esquemas

AutorRaúl Ochoa

Es quizá el único atleta nacional que invierte en la Bolsa Mexicana de Valores, y está a unos cuantos días de liquidar la hipoteca de una casa que adquirió en Puebla junto con su novia Ana Alicia Ramírez, campeona panamericana de remo. Compraron el inmueble con el producto de sus becas del Compromiso Integral de México para sus Atletas (CIMA), los premios económicos por sus logros en los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y las ganancias de sus inversiones bursátiles.

Considerado el mejor remero nacional de las últimas dos décadas, Patrick, quien acude a sus segundos Juegos Olímpicos, representa a México cuando pudo hacerlo por Suiza, donde nació su padre, gerente general de una cadena de casinos en México. En Suiza vivió sus primeros seis años antes que la familia se estableciera en la Ciudad de México. Aquí estudió en el Colegio Suizo y en la actualidad cursa el sexto semestre de la carrera de negocio internacional.

De pequeño se aficionó a los deportes por influencia familiar: a los siete años corría todos los domingos con sus padres en Chapultepec y un día llegó a completar 15 kilómetros. Jugó futbol en Suiza desde los cuatro años. Su abuelo Louis y su tío Ernst militaron en el equipo Basel de la primera división de Basilea, su ciudad natal. En 2009 Patrick visitó a sus abuelos y cuando entró a la tienda del estadio de Basel vio que los nombres de su abuelo y tío están grabados en una placa como los mejores jugadores del club.

En México jugó futbol en el Club España a los siete años. A los 13 participó en la regata de exhibición para niños en el marco del preolímpico de Cuemanco rumbo a Sydney 2000.

Aquel episodio lo marcó para siempre. Desde entonces se ilusionó con representar a México. "Veía a los atletas nacionales que admiraba y mi sueño siempre fueron los remos de México y portar el uniforme del país. Nunca me pasó por la cabeza ni fue mi meta representar a Suiza".

El pequeño Patrick no perdió detalles de las olimpiadas de Sydney, ya fuera a través del televisor o por los periódicos. Sobre todo se interesó en la actuación de los remeros mexicanos, a los que había saludado en el preolímpico. "Era un orgullo para mí decir que los conocía. Vi el combate que ganó Víctor Estrada en taekwondo y me acuerdo la emoción tan grande que sentí. Hace poco lo conocí y le platiqué lo mismo que ahora. Fueron los primeros Juegos Olímpicos que me marcaron.

"Me gusta ponerme metas. Lucho, entreno y hago todo por lograrlas. Desde chico...

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