Ante la pesadilla de Iguala, las guerrillas despiertan

AutorJosé Gil Olmos

La reactivación de la guerrilla en Guerrero luego del ataque a los estudiantes de la Ñormal de Ayotzinapa preocupa al gobierno federal, que teme la radicalización de cinco or-ganizaciones armadas con presencia en la entidad y a las cuales ubi-ca detrás de la Asamblea Nacional Popu-lar (ANP), cabeza de las protestas y manifestaciones en demanda de la presen- tación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.

En medio de la condena nacional e internacional contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, la guerrilla mexicana tam- bien alzó la voz -como no lo había hecho en las últimas dos décadas- para acusar conjuntamente al Ejército, policías, para- militares y narcotraficantes de haber secuestrado y desaparecido a los estudian- tes de Ayotzinapa y de la muerte de seis personas el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.

En el curso del mes pasado, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ER- PI), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), las Milicias Populares y las Fuerzas Armadas Revolucionarías-Liberación del Pueblo emitieron 13 comunicados. Desde Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional difundió otros tres. En todos se exige la aparición con vida de los 43 normalistas y se hace responsable de los hechos al gobierno de Peña Nieto.

Un mes después de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, el gobierno federal ve con nerviosismo el posicionamiento de los grupos guerrilleros que expresan apoyo a los familiares de los desaparecidos, anuncian la creación de "brigadas de ajusticiamiento" y llaman a sus bases a un "estado de alerta".

Erubiel Tirado, especialista en temas de seguridad nacional, dice a Proceso que esta reactivación de los grupos guerrilleros debería tener "más que alarmadas" a las estructuras de seguridad del gobierno de Peña Nieto, pues lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa crea las condiciones para su rearticulación y aumenta la simpatía social hacia la vía armada. "Hasta hace poco era una variable de acción social que estaba dormida y ahora ha despertado".

A su vez el abogado Felipe Edgardo Canseco Ruiz, quien hace años perteneció al Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo-Partido de los Pobres (PROCUP-PDLP), indica al reportero que es preocupante que sólo ahora el gobierno repare en la existencia de estos grupos: "El crimen de Ayotzinapa los vuelve a colocar en la situación de actuar ante las deliberadas acciones del gobierno de cancelar las vías pacíficas y políticas para transformar el país. La inacción del Estado fortalece la postura de quienes afirman que la única vía para transformar el...

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