Pese a todo será candidato

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- Con pragmatismo, resignación y sin sus figuras políticas de renombre, los líderes del Partido Republicano unieron filas para ungir esta semana al multimillonario Donald Trump como su candidato presidencial y como apuesta inevitable para derrotar a la demócrata Hillary Rodham Clinton.

Con una plataforma política conservadora y con Mike Pence, gobernador del estado de Indiana, como candidato a la Vice-presidencia, los republicanos aceptarán a Trump como abanderado presidencial en medio de la incertidumbre respecto del futuro inmediato de su partido en el Congreso federal.

"No tienen alternativa, los líderes del Partido Republicano tendrán que aceptar a Trump para enfrentar a Clinton; será el primer candidato presidencial que no comulga con su mantra de políticas conservadoras", dice en entrevista Lara Brown, especialista en temas electorales de la prestigiosa Universidad George Washington.

La atípica Convención Nacional del Partido Republicano que se celebrará del lunes 18 al jueves 21 en Cleveland, Ohio, enfrenta amenazas de manifestaciones callejeras que corren el riesgo de tornarse violentas. Los republicanos quieren mostrar unidad en torno a su candidato. Sin embargo, el ambiente refleja un resquebrajamiento.

En junio de 2015, cuando arrancó el proceso de elecciones primarias, parecía imposible que Trump -polémico multimillonario, racista y vanidoso- ganara la candidatura presidencial de los republicanos.

"Los líderes republicanos están desesperanzados; quisieran que Trump no fuera su candidato, pero lo es. Lo aceptan porque ya no tienen otra salida. Una revuelta para elegir a otro candidato en Cleveland los destruiría como partido, porque enviaría un mensaje de crisis a sus correligionarios", dice Brown a Proceso.

La decisión de Trump de nombrar a Pence como su compañero de fórmula es una concesión del empresario al Partido Republicano con el propósito de ofrecer a los electores estadunidenses un gobierno basado en el pragmatismo de políticas reales y tradicionales, sobre todo en materia económica.

Pence, representante del sector más conservador del Partido Republicano, enar-bola la oposición a temas como la legalización del aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, la ampliación de programas de beneficencia pública y subsidios a los desempleados.

La elección de Pence como vicepresidente es la oferta que Trump hace al sector ultraconservador del partido, que no lo quiere porque no comulga con sus ideas ni sus...

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