Planeta paralelo

AutorDenise Dresser

Economistas independientes, analistas sin afiliaciones partidistas, organizaciones no gubernamentales sin agenda política, pero con ganas de contribuir a la mejor administración de los recursos públicos, coinciden. Este no es un presupuesto con la capacidad de transformar al país. Este no es un presupuesto que logrará hacerlo crecer. En algunos rubros busca corregir errores que la 4T cometió en los primeros meses al mando de México; en otros, sólo los acentúa. Como advierte Rodolfo de la Torre, es un paquete económico que no representa grandes cambios, pero sí grandes riesgos. El riesgo de apostarle a un nivel de producción petrolera que se ve inviable, dada la caída sistemática de años recientes. El riesgo de invertir tantos recursos públicos en Pemex que -como han alertado las calificadoras- ni siquiera serán suficientes para salvar a una empresa mal administrada, con una deuda sofocante y un sindicato rapaz.

El gobierno piensa destinar una porción significativa a Pemex y a los nuevos programas sociales y a la Guardia Nacional, pensando que podrá financiar esa erogación con el aumento en la recaudación. Pero es una visión enraizada en lo que quisiera ver, y no en lo que las cifras recientes evidencian. En su análisis del paquete presupuestal, México Evalúa lo advierte: el plan de ingresos de 2020 no parece consistente con la evolución de la recaudación observada en 2019. El escenario optimista que la SHCP le presenta al presidente y al país no cambia la tendencia a la baja en los ingresos. Y si los ingresos gubernamentales no aumentan, Hacienda simplemente no tendrá recursos para gastar lo que tiene previsto. La política de austeridad no será suficiente, el recorte al gasto no será suficiente, el adelgazamiento gubernamental no será suficiente. Si no crecemos y recaudamos más, será difícil pagar pensiones y costos financieros. Será difícil proveer financia-miento básico a salud y educación. Será imposible invertir en infraestructura física, capaz de detonar el crecimiento. En el presupuesto presentado, la inversión en petróleo se come la inversión en bienestar.

De cada 100 pesos que el gobierno invertirá, 50 serán para Pemex, tres para salud, dos para educación y 43 centavos para agua. El presidente está tan aferrado en convertir a Pemex en palanca del desarrollo nacional que deja de lado la urgencia de invertir en otras necesidades. AMLO está tan abocado a entregar dinero "sin mediaciones", que está destinando recursos a proyectos con...

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