El poder (casi) absoluto

AutorHéctor Tajonar

Ello puede dar lugar a una grave e inadmisible regresión: La restauración de un presidencialismo autoritario de partido "casi único", siguiendo una larga tradición de arbitrariedad y abuso del "Supremo Poder Ejecutivo de la Unión".

Existe incertidumbre sobre cómo utilizará AMLO el inmenso poder ganado con más de 30 millones de votos (53% de los sufragios emitidos), 303 escaños en la Cámara de Diputados y 70 en la de Senadores, cinco guber-naturas, 19 legislaturas locales y 252 municipios incluyendo nueve capitales. Es claro que su arrollador triunfo electoral le otorga el mandato para elaborar las políticas públicas destinadas a combatir la pobreza y la desigualdad. Su liderazgo y vocación social están fuera de duda, aunque exista el temor de que pudieran ser utilizados con fines clientelares.

Asimismo, la desconfianza respecto a un manejo irresponsable de las finanzas públicas parece haber desaparecido. Las cúpulas empresariales se volcaron en elogios y muestras de apoyo al candidato triunfante, a los que se sumó una nutrida y heterogénea lista de personajes, incluido el mismísimo capo di tuti capi (Zaid dixit) o "jefe de la mafia del poder", el antaño "Innombrable" (AMLO dixit). La dino-sáurica cargada se ha morenizado en favor de quien emprenderá "la cuarta transformación nacional".

Lo que haya detrás de esas súbitas y melosas manifestaciones de aliento de los representantes de los grupos de interés más destacados del país, así como "la concordia increíble" entre el mandatario en funciones y su sucesor, habrá que investigarlo con rigor. Sólo el presidente de Coparmex condicionó dicho apoyo: "Esperamos lo mejor y nos preparamos para lo peor" (Proceso 2175).

El rango de interpretaciones sobre esos acuerdos es amplio y variado. La versión más difundida es que se trató de una actitud de institucionalidad republicana -mezcla de sensatez y sano pragmatismo- entre López Obrador, los representantes de la iniciativa privada y Enrique Peña Nieto para calmar el nerviosismo de los mercados y proyectar una imagen de madurez democrática, dentro y fuera del país, así como para permitir una transmisión apacible del poder basada en la civilidad y la cooperación.

En el otro extremo, han surgido teorías de la conspiración que pretenden mostrar que el proceso y los resultados electorales, los acuerdos entre AMLO y

Peña Nieto, así como con los empresarios y las televisoras, son producto de una estrategia política y mediática para renovar el pacto de...

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