Los polémicos años de Julio Scherer en "Excélsior"

AutorTomás Domínguez Guzmán

En el segundo trimestre de 2010, cuando el historiador Arno Burkholder publicó su ensayo "El Olimpo fracturado. La dirección de Julio Scherer García en Excélsior (1968-1976)" en la revista Historia Mexicana, vol. LIX, núm. 4, apenas tuvo repercusiones. Una reacción similar ocurrió en agosto pasado, cuando el Fondo de Cultura Económica (FCE) lanzó el libro La red de los espejos. Una historia del diario "Excélsior" 1916-1976, del mismo autor. Sólo una comedida presentación semanas después en la librería Rosario Castellanos de la misma casa editora, algunas notas alusivas al volumen de 187 páginas divididas en cinco capítulos y ahí quedó todo.

Es sorprendente la escasa atención prestada al acucioso trabajo del doctor Burkholder, uno de los pocos investigadores del periodismo mexicano del siglo XX, del cual el casi centenario Excélsior es uno de los diarios más emblemáticos; lamentable también el estruendoso silencio de las universidades donde se forman los reporteros; qué decir del propio gremio en estos tiempos en los cuales las redes sociales desdibujan las fronteras y la historia en aras de proyectar noticias instantáneas.

Burkholder lleva lustros indagando con pasión desmedida la historia del "periódico de la vida nacional". Su tesis de maestría Prensa, Estado y empresarios: el boicot empresarial a "Excélsior" en 1972 fue escrita en 2004; la de doctorado es precisamente La red de los espejos, que se convirtió en su primer libro, publicado ahora por el FCE. En él, "El Olimpo fracturado" -escrito en 2010- se convierte en el capítulo cuatro. Los otros son: "El periódico que llegó a la vida nacional (1916-1932)", "Los años de la 'familia feliz' (1932-1963)", "Problemas en el paraíso (1962-1968)" y, como colofón: "La memoria, el olvido y el futuro".

Tejiendo la red

Burkholder conoce a Clío y la respeta. Por eso busca documentos, los consulta para sacarles la verdad, entrevista a protagonistas y testigos, resuelve incógnitas, llena los huecos y estructura su riguroso discurso. En la introducción, por ejemplo, condensa en dos párrafos el objeto de su estudio:

Excélsior es un reflejo del México que le tocó uiuir: por fuera era una cooperativa donde todos los trabajadores opinaban sobre los asuntos de la empresa, una democracia empresarial, por así decirlo. Pero por dentro, lo que opinaban los socios no importaba. Las decisiones jünales eran tomadas por sólo dos personas: el director del diario entre los años 1930 y 1960. Rodrigo de Llano, y el...

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