El Poli, un desastre deportivo

AutorBeatriz Pereyra

A 80 años de la fundación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el deporte es una deuda en esta institución académica, que este año designó apenas 10.1 millones de pesos para atender a una población de alrededor de 150 mil personas, entre integrantes de la comunidad académica y usuarios externos.

En relación con 2015, el presupuesto para el deporte se redujo de forma dramática. Ese año, de hecho, se asignaron 39.4 millones de pesos, que ya son insuficientes.

Información proporcionada por la Dirección de Desarrollo y Fomento Deportivo (DDFD), indica que en 2014 se invirtieron 35.2 millones de pesos; en 2013,16.6 millones, y en 2012, 21.1 millones. No existe información sobre años anteriores.

Los 10.1 millones con los que el IPN opera el deporte en 2016 se gastarán de la siguiente forma: 8.9 millones en gasto corriente; 901 mil 200 pesos en el pago de entrenadores; y 296 mil 583 en mantenimiento de las instalaciones.

Estas condiciones económicas explican por qué gran parte de las instalaciones deportivas con las que cuenta el IPN no están en buenas condiciones, por qué el equipamiento deportivo es viejo y prácticamente inservible y también por qué en la Olimpiada Nacional sus equipos representativos han ocupado, en 13 de 20 participaciones, los últimos cinco lugares del medallero.

El IPN está integrado por dos unidades profesionales (Adolfo López Mateos y Lázaro Cárdenas del Río), por 24 escuelas de nivel superior (como ESCA, ESIQIE, UPIICSA, ESIME, ESEO, etcétera.) y 16 escuelas de nivel medio superior (16 cecyts y un CET), en las cuales hay 160 instalaciones deportivas en las que se practican deportes como atletismo, ajedrez, baloncesto, beisbol, boxeo, excursionismo y montañismo, futbol, futbol rápido, futbol 7, frontón, gimnasia, balonmano, judo, karate, kendo, luchas asociadas, natación, buceo, softbol, taekwondo, tiro con arco, triatlón, tenis y voleibol.

De los 150 mil usuarios, 20 mil 86 (13 mil 340 hombres y 6 mil 746 mujeres) son estudiantes que practican deporte de forma organizada, es decir, compiten en representación de sus escuelas o del propio IPN. El resto forma parte del deporte social o recreativo.

El titular de la DDFD, José Cartas Oroz-co, reconoce que la última compra de material y equipamiento deportivo ocurrió hace 10 años, a excepción de unas vallas para atletismo y unos carriles para la alberca olímpica que se adquirieron en 2015.

El presupuesto del año pasado también alcanzó para darle mantenimiento al estadio de futbol americano Wilfrido Massieu, que después de 15 años de estar vetado por fin volvió a operar. También se cambiaron las viejas luminarias del gimnasio para sustituirlas por lámparas de focos led y se remozaron los baños y vestidores de la alberca.

En 2014, la Comisión Nacional...

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