DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Comercio de armas

He aquí la historia de un extraño adulterio. Aquel odontólogo era joven y guapo. Una de sus pacientes, mujer casada, concibió por él una pasión insana. Y viceversa, debo decir, pues el facultativo sintió también arder en su corazón -y en otras partes más inflamables de su cuerpo- la llama incontenible del deseo. Aprovechaban cada sesión de tratamiento de la dama para tener concúbitos cuyo febricitante ardor y urente voluptuosidad dejaban al Kamasutra convertido en infantil cuento de Calleja. (Caón, con esto último estoy revelando mi edad). Cierto día el odontólogo le dijo a la mujer: "No podemos seguir viéndonos así". "¿Por qué? -se angustió ella-. ¿Acaso has dejado de quererme?". "No -responde el profesionista-. Pero ya nada más te queda un diente". (Nota: Y ni siquiera era uno de los molares, tan necesarios para la masticación, sino sólo un incisivo, de utilidad considerablemente menor)... ¿Quién mató a Facundo Cabral? No quiero ser melodramático: renuncié a todas las formas del melodramatismo -o a casi todas- desde que hice el papel de Sombra que Pasa en "La Antorcha Escondida", de Gabriel D'Annunzio. Pienso, sin embargo, que la muerte del infortunado cantautor fue causada en buena parte por los Estados Unidos. También por culpa de ese poderoso país han perdido la vida los 40 mil muertos asesinados en México por la delincuencia, o caídos en la lucha contra ella. Nación abundante en soberbias es la de nuestros vecinos, y además dueña de una hipocresía muy propia de su herencia puritana. Los estadounidenses alzan muros para que a su territorio no entren los pobres que llegan del sur, y combaten -o hacen como que combaten- el tráfico de drogas; pero no levantan paredes ni clausuran puertas para impedir que por su frontera salgan las armas que llevarán la muerte a México y a los países de Centroamérica y América del Sur. Con tal de ganar dólares, infames mercaderes ponen en manos de los delincuentes latinos armamento militar con el disfraz de deportivo. Son esas armas las que usaron quienes segaron la vida de Cabral. El tráfico armamentista constituye ya una...

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