Ponen mucho 'Amour' a sus ganas de laborar

Atenta al servicio, Itzel prepara café, lleva los platillos las mesas y da servicio a los comensales, a quienes les reparte la comida... y también abrazos.

La joven de 23 años, con Síndrome de Down, se ve feliz en su primer trabajo, donde bromea y convive con los clientes.

Labora en una pequeña cafetería, con apenas cinco mesas, que se llama Amour 21. El negocio está en una plaza comercial de Miguel Alemán y Las Américas.

Allí no sólo se ofrecen crepas, café y pastel, sino también oportunidades laborales para jóvenes con discapacidad intelectual.

"Un lugar de inclusión, oportunidades y mucho amor", se lee en un anuncio colocado junto a la entrada.

Además de Itzel, en la cafetería trabajan Marifer, también con Síndrome Down, y David, quien tiene el Síndrome de Asperger.

"La realidad en Monterrey", explica Karina Navéjar, propietaria del establecimiento, "es que las personas con discapacidad intelectual no encuentran trabajo fácilmente y los trabajos que encuentran no son muy gratificantes.

"La idea que nosotros tenemos es que ellos desarrollen un oficio, que en este caso es hacer postres, los baristas (expertos en preparación de café)".

Menciona que Amour 21 nació inspirado en su sobrina Melanie, de nueve años, quien vive con Síndrome Down, al ver las pocas oportunidades laborales para personas con discapacidad intelectual.

Su historia, que se ha vuelto popular en redes sociales, ha animado a cientos de personas a acudir a esta cafetería...

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