Presenta la Filarmónica de la Ciudad Obras de Moncayo, Mata y Gamboa
* Rondó, mambo y clasicismo bajo la batuta de José Areán
Por Carlos Olivares Baró
México, 30 Sep (Notimex).- La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), bajo la dirección de José Areán, continuó ayer el ciclo de conciertos por el centenario de José Pablo Moncayo (1912-1958) con la ejecución de "Homenaje a Cervantes", que el compositor jalisciense estrenara en 1947. Gala complementada con la "Sinfonía No. 1, Clásica", de Eduardo Mata (1942 - 1995), y "Culiacán. Suite Orquestal", de Eduardo Gamboa (1960).
Encadenamientos de rondó, animaciones afrocubanas (danzón/mambo/chachachá) y esquemas clasicistas sedujeron, respectivamente, a cientos de asistentes que, sin importar la lluvia torrencial de la tarde sabatina, abarrotaron la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.
En la partitura de "Homenaje a Cervantes" Moncayo se aleja de las frondas folclóricas del "Huapango" desde empalme impresionista cercano a piezas como "Amatzinac" o "Cumbres". Obra concebida para dos oboes y cuerdas, que se desarrolla en sucesiones propias de rondó en líneas alternadas del motivo melódico y el bordón rítmico.
Leit motiv de caligrafía quimérica que rinde tributo al Cervantes reconcentrado de la segunda parte del Quijote. Lenitiva sonoridad de elegante y abstracta configuración: equilibrada y pretérita consonancia que la OFCM deletreó con esmerada ejecución.
Eduardo Gamboa es un músico de goces, su disco "Corazón Mexicano", con Eugenia León y Ramón Vargas, y "Transparencia para flauta, violín, viola y violoncello" demuestran sus particularidades como compositor cercano a los ritmos populares. "Yo si quiero que mi música se escuche y que le guste a la gente", ha expresado muchas veces.
"Culiacán. Suite Orquestal" levantó los ánimos ayer en la Sala Silvestre Revueltas. Doce movimientos que José Areán y la OFCM redujeron a siete inexplicablemente, pero sin borrar las improntas rítmicas de la compilación de danzas propuesta por el compositor.
Oferta que rinde tributo a Culiacán en un collage de compases en el que el vals, la habanera, la polca, el danzón cubano, el mambo y el chachachá se entrecruzan en una algarabía de sabrosona costura melódica/rítmica. Clave cubana, piano danzonero, trompeta mambera y güiro charanguero en untos de inflamada concordia concertina.
Conclusión de un primer tiempo que despertó a los dormidos y puso al respetable a contonearse en sus lunetas. El Compositor, presente en el recinto, subió al proscenio y...
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