Presentan 'Dioses y Mitos de la India' y 'Mientras los Dioses Juegan'
* La Fundación India-Europa de Nuevos Diálogos llega a Latinoamérica y, con ella, las obras de su fundador Alain Daniélou
México, 22 Mar. (Notimex).- Los libros "Dioses y Mitos de la India" y "Mientras los Dioses juegan", de Alain Daniélou, fueron presentados anoche en esta ciudad, durante un acto que incluyó la proyección inédita de imágenes de la India de los años 30 y 40, capturadas por Daniélou y Raymond Burnier.
Los convidados para verter sus juicios sobre las obras fueron Ion de la Riva, antiguo Embajador de España en India y en la UNESCO; José Gordon, escritor y periodista, y Jacobo Siruela, editor en español de los libros de Alain Daniélou, que fueron dados a conocer por primera vez en toda Latinoamérica.
Alain Daniélou nació en Neuilly-sur-Seine (París) el 4 octubre de 1907. Su madre, Madeleine Clamorgan, descendiente de una antigua y reconocida familia de la nobleza normanda y ferviente católica, fundó una reconocida orden religiosa y las instituciones de enseñanza Saint Marie de Neuilly.
Su padre, Charles Daniélou, un político natural de Bretaña, anticlerical, amigo de Aristide Briand, fue en diversas ocasiones Ministro de la República Francesa. Su hermano, Jean, fue ordenado sacerdote llegando a ser nombrado Cardenal por Pablo VI. Alain pasó gran parte de su infancia en el campo.
Pero no estuvo solo, sino junto a sus preceptores, una biblioteca y un piano. Por ese entonces descubrió la música y la pintura. Más tarde, partió a estudiar a Estados Unidos (Annapolis College) y en sus ratos libres vendió sus pinturas y tocó el piano en los cines de la ciudad para las proyecciones de cine mudo.
De regreso a Francia estudió canto con Charles Panzéra, danza clásica con Nicolas Legat (el maestro de Nijinski) y composición musical con Max d'Olonne. En esos años realizó recitales y exposiciones. Muy deportista desde siempre, Daniélou fue campeón de canoa y conductor de coches de carreras.
En 1932 realizó un viaje de exploración al Pamir afgano y en 1934 un raid automovilístico Paris-Calcuta. En ese viaje, descansó unos días en casa de Henry de Monfreid, en su feudo de Obock, a orillas del Mar Rojo, y de 1927 a 1932 participó en la efervescencia artística que tuvo lugar en esa época.
Fue entonces cuando conoció a Jean Cocteau, Jean Marais, Serguei Diaghilev, Igor Stravinsky, Max Jacob, Henri Sauguet, Nicolas Nabokov y Maurice Sachs. Más tarde, con el fotógrafo suizo Raymond Burnier, viajó a Africa del Norte, al Próximo Oriente, a Indonesia...
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