Los prestanombres, clave en el "modus operandi"

AutorJosé Gil Olmos

El mercado de la gasolina en México, el más grande y codiciado de América Latina, cuenta con casi 12 mil expendios a lo largo del país, muchos de los cuales son concesiones otorgadas durante años de manera discrecional por el gobierno federal a organizaciones afines, transportistas, políticos y amigos. Esa costumbre del sistema político nació con el PRI, pero los gobiernos panistas también la toleraron. Hoy, las multimillonarias ganancias de este negocio benefician también al crimen organizado, sostiene la doctora Miriam Grunstein, especialista en materia energética.

Según las cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en 2018 la demanda nacional fue de 790 mil barriles diarios, de los cuales 525 mil fueron importados. Sin embargo, con 11 mil 774 gasolinerías para 43 millones de vehículos en circulación, México cuenta sólo con la mitad de los expendios de Brasil o una cuarta parte de los que tiene Estados Unidos.

A partir de la reforma energética de 2013 y tras la liberación del mercado de combustibles el negocio de las concesiones de gasolinerías tuvo un boom. A finales de 2016 la CRE recibió una buena cantidad de solicitudes de licencias y autorizó entre 10 y 15 cada mes. Ese año había 10 mil 500 expendios; ahora son 11 mil 774.

"Tenemos una larga historia de sociedad política y económica entre los beneficiarios de las franquicias de las gasolinas que son más bien estaciones de suministro con servicio de Pemex y los grupos políticos. La alianza es muy vieja y han tenido un impacto en la política del suministro del combustible. De hecho, durante muchos años el subsidio a la gasolina era un apoyo falso a la población porque el apoyo en realidad era a los gasolineros", señala Grunstein.

Antigua consultora legal de varias empresas, como Terranova Energía, Enersa y consejera personal en la CRE, Grunstein sostiene: "La gasolina está tristemente politizada, porque ha llevado beneficio a los grandes grupos y no a la población".

La también catedrática de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, comenta a Proceso que ese favoritismo político se expandió durante los gobiernos del PRI, aunque con el panista Felipe Calderón ese modus operandi benefició también a la familia de Juan Camilo Mouriño -secretario de Gobernación en ese sexenio-, dueña del Grupo Energético del Sureste que tiene 40 gasolinerías.

Grunstein tiene una sólida carrera. Es socia de la firma internacional Thompson & Knight Abogados y se especializó en el estudio de cuestiones normativas y regulativas del sector energético, específicamente en el ámbito de Contratación Petrolera y Proyectos de Infraestructura.

Precisa que el gran negocio de las...

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