Prigione: una secuela de turbios recuerdos

AutorRodrigo Vera

En la antigua parroquia de Santa María de la Corte, del pueblo de Castellazzo Bormida, una discreta ceremonia fúnebre se realizó el 30 de mayo para despedir al exnuncio apostólico Jerónimo Prigione, muerto tres días antes, a los 94 años, en una residencia para ancianos de esa comarca piamontesa.

En torno al reluciente ataúd de madera -adornado con una blanca mitra episcopal-, un solemne grupo de clérigos y diplomáticos despidió a quien fue uno de los principales artífices del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, pero también un duro represor que mantuvo sometida durante dos décadas a la jerarquía católica mexicana.

Mariano Palacios Alcocer, actual embajador de México ante el Estado Vaticano y con quien Prigione solía reunirse los últimos días de su vida, asegura:

"Prigione fue un actor fundamental en el reconocimiento jurídico a la Iglesia y el restablecimiento de nuestras relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cambios realizados durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, quien decidió replantear la relación con la Iglesia."

Palacios Alcocer coordinó, por instrucciones de Salinas de Gortari, al equipo de destacados juristas que le dieron soporte legislativo a esos dos cambios históricos, en 1991 y 1992. "Desde entonces llegué a tratar a Prigione. Fue un diplomático muy capaz", comenta el hoy embajador, vía telefónica.

-¿Qué cualidades veía en Prigione?

-Conocía muy bien a los actores políticos de entonces y tenía mucha experiencia diplomática. Además permaneció durante un largo periodo como representante papal en México, algo inusual tanto en la diplomacia vaticana como en la internacional.

-¿Usted lo llegó a tratar últimamente?

-Sí, por supuesto. Nos reuníamos aquí en Roma cada tres meses aproximadamente. Él venía de Castellazzo Bormida a cobrar su pensión en el Banco Vaticano. Solíamos comer en la Hostería di Gracci.Y en octubre del año pasado asistió a un evento organizado por la embajada; la presentación del grupo teatral Cómicos de la Legua. Fue el último acto público relacionado con México al que asistió.

A los funerales del exnuncio, sepultado en el panteón de su natal Castellaz-zo, la embajada de México envió en su representación al diplomático Francisco de Paula Castro.

El intermediario

Durante los casi 20 años que permaneció como representante papal en México, de 1978 a 1997, Prigione fue un polémico personaje muy criticado por su injerencia en la política interna del país, por reunirse con los hermanos narcotraficantes Arella-no Félix, por aplacar las críticas del episcopado mexicano a los gobiernos priistas y por perseguir a los obispos identificados con la llamada opción por los pobres.

Arturo Lona, uno de estos obispos golpeados por Prigione, exclama: "¡Cómo nos hizo la vida pesada! Prigione se valía de puras difamaciones para atacar a los obispos de la Teología de la Liberación. Nos tildaba de guerrilleros y comunistas, y luego nos iba a acusar con el gobierno para que...

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