Los primeros dos años de un quinquenio

AutorElisur Arteaga Nava

Desde el gobierno de Lázaro Cárdenas hasta el de Enrique Peña Nieto hubo auténticos sexenios; los presidentes duraron exactamente seis años. El de AMLO, por dos meses, no lo será. Debe entregar el poder el 1 de octubre de 2024. Así lo dispone el artículo 83 constitucional.

Dice el dicho: "Para muestra basta un botón"; en el caso hay dos: los años transcurridos. Tratándose de los negocios públicos, no son suficientes para valorar la actuación de sus responsables; ese es el caso de la actual administración pública federal.

Me había prometido no volver a criticar a la actual administración. Finalmente, durante algún tiempo -16 años para ser exacto-, fui partidario de AMLO. Creí en su programa político, sobre todo en la parte que tenía que ver con el combate a la corrupción. Su discurso de toma de protesta me entusiasmó. Me dije: es lo que necesitamos.

Me gustó la figura de la escoba y de la barrida. Aparte de lógica, era gráfica; casi llegaba a ser didáctica. Nunca pensé que el uso de la escoba, en lo relativo a la justicia, iba a depender de una consulta a la ciudadanía ni que la actuación de un ente autónomo, como lo es la Fiscalía General, dependiera del resultado de ella.

Estuve seguro de que AMLO no nos fallaría. Luchó tanto para llegar a la Presidencia que lo tomé como un apóstol de la democracia. A estas alturas del partido ya no estoy tan seguro. Aún abrigo la esperanza de que rectifique, combata la corrupción, administre bien el patrimonio público y maneje en forma adecuada los negocios del Estado que están a su cuidado.

La actual administración tiene puntos débiles; alguien dirá que lo son todos. Se habla de un fracaso generalizado; que en las secretarías se nota un desempeño que va de mal a desastroso. No tengo elementos para hacer una afirmación tan general, pero sí para elogiar algunos aspectos. La aprobación que aún recibe AMLO de la ciudadanía es un mentís a las críticas. Por más que no se quiera admitir, se salvaban: el manejo de los asuntos exteriores, los de Hacienda y Marina. La esperanza me impide reconocer un fracaso total.

Un candidato que afirmaba ser civilista y que nos prometió meter al Ejército a sus cuarteles no lo hizo; lo sacó con dos presentaciones, dos uniformes: el verde oliva y el de la Guardia Nacional. Dentro de ambos únicamente hay soldados. En violación del artículo 129 constitucional, AMLO ha militarizado el país. Ha puesto el destino político y económico de los mexicanos en manos de la Secretaría de la...

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