Prisiones dentro de la prisión social

AutorLuciano Campos Garza

MONTERREY, NL- La crisis penitenciaria en México es originada principalmente por los gobiernos estatales, que ignoran a la población carcelaria y permiten la sobrepoblación, el hacinamiento y los autogobiernos.

Lo anterior se desprende del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) del 2016, que próximamente dará a conocer la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). En el documento se explica cómo es que los 215 mil internos estatales y federales que ocupan alguna de las 375 cárceles distribuidas en el país generan problemas como los motines.

Los reclusorios tienen en promedio una calificación reprobatoria, pues no existe voluntad política para mejorar el confinamiento de los sentenciados en México, dice a Proceso Ruth Villanueva Castilleja, tercera visitadora de la CNDH, encargada de la atención penitenciaria y de los mecanismos de prevención de la tortura.

Considera que los gobernadores deberían preocuparse por los reclusos hasta por motivos prácticos, ya que si no hay condiciones favorables en las cárceles se darán brotes de inconformidad como los que se han desatado recientemente en los estados de Nuevo León, Sinaloa y Tamau-lipas, lo que genera intranquilidad en la población de cada estado.

Y si los titulares de los Ejecutivos estatales no se interesan por generar condiciones para rehabilitar a los presos, algún día ellos regresarán a la calle con el riesgo de volver a delinquir y seguir provocándole problemas a la sociedad.

"El sistema penitenciario es la última fase que tiene el sistema penal en México. Cuando las personas llegan ahí se vuelven no importantes en muchas ocasiones, y esto significa que no les prestan la debida atención. Por ejemplo, en el caso del personal que los atiende, no les importa a los gobiernos poner trabajadores capacitados, especializados. Hay mucha improvisación", dice.

Por su parte, Aldo Fasci Zuazua, vocero de seguridad de Nuevo León, señala que uno de los principales problemas en el sistema penitenciario de México es la sobre-población, que se agrava por la negativa del gobierno federal de albergar más internos en sus prisiones, pese a que tiene 10 mil lugares disponibles.

En el penal de Cadereyta, Nuevo León, el 27 de marzo último estallaron disturbios entre internos que se amotinaron porque cuatro mujeres que iban a la visita fueron revisadas con un sistema de rayos X, el cual les detectó droga escondida en el cuerpo. Dos custodios y siete reos resultaron lesionados, ninguno de gravedad.

Al día siguiente, 16 presos tomaron por asalto la farmacia. Tras golpear a los encargados se robaron medicamentos controlados. Algunos los ingirieron sin precaución y se intoxicaron. Uno murió por esa causa.

Luego quemaron dos pisos completos del área denominada Ampliación. Otros tres murieron calcinados. Las autoridades suponen que no pudieron reaccionar porque quedaron incapacitados por la ingestión de los fármacos.

El incidente llamó la atención por la crisis permanente en la que se encuentran las prisiones en el país. Días antes, el 21 de marzo, 29 reos se habían fugado del Penal de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Antes, el 16 del mismo mes, escapó de la cárcel de Aguaruto, Sinaloa, Juan José Es-parragoza Monzón, El Azulito, junto con otros cuatro internos considerados de alta peligrosidad.

Cifras por estados

La...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR