¡Sí se pudo, sí se pudo!

Como si hubiera sido el triunfo de un campeonato, o la victoria en un concurso musical, la gente celebró que los hermanos Sosa hayan podido traer a México algo de José José y honrarlo en el Palacio de Bellas Artes al grito de "sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo".

Tras las diferencias que José Joel y Marysol tuvieron con su media hermana Sara, los mexicanos pudieron darle el adiós definitivo al cantante.

Sus restos, sólo la mitad de sus cenizas, llegaron en un féretro cubierto con un baño de oro.

Los admiradores le echaron porras, le lloraron, le cantaron, lo apapacharon como si estuviera físicamente ahí.

"Muchas gracias a todos, mis amores, él vivía para ustedes y ustedes fueron su razón de vida... nunca me lo olviden", les expresó Anel, quien fuera su esposa.

Aún cuando terminó de pleito con el Príncipe, y así como con sus hijos, estuvieron distanciados, a ella la gente le expresó sus bendiciones y condolencias.

"Te amamos Anel, tú eres la única" y "gracias Anel, te queremos" fueron expresiones de afecto que le mostraron los dolientes. Ella agradeció que unos incluso hasta le cantaran y le lloraran.

José Joel y Marysol, quienes se volvieron los héroes del público porque pudieron concretar el viaje del intérprete a México, cargaron con sus hijos y se dieron abrazos con las figuras que hicieron guardia, como Emmanuel, Jorge Muñiz, Jorge Ortiz de Pinedo y Martín Urieta, así como la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y directivos de Sony Music y de la...

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