Puerta abierta para privatizar el agua

AutorJesús Cantú

Para preservar el medio ambiente ni siquiera se necesitaba hacer ningún nuevo decreto; bastaba con prolongar los decretos presidenciales que señalaban a dichas cuencas como vedadas. Es decir, existía la prohibición total del aprovechamiento del agua, precisamente para evitar la utilización del líquido de las cuencas. La mejor forma de preservar el medio ambiente es justamente evitar que el hombre extraiga recursos del mismo, en este caso el agua.

Y para permitir el aprovechamiento parcial del recurso de dichas cuencas para el consumo humano y doméstico y servicios públicos, bastaba con establecer una de las disposiciones que está dentro de dichos decretos y que señala: "Para el otorgamiento de asignaciones de las aguas nacionales superficiales en la zona de reserva parcial para uso doméstico... la Comisión Nacional del Agua las otorgará [las asignaciones] hasta por un volumen total de (...) metros cúbicos".

Esta disposición abría la puerta para utilizar el agua de las cuencas hidrológicas que cuentan con excedentes (de acuerdo a los estudios de la Comisión Nacional del Agua y las organizaciones de la sociedad civil internacionales que las asesoraron o, al menos, avalaron su decisión) para garantizar el derecho establecido en el artículo cuarto constitucional en la reforma promulgada el 8 de febrero de 2012. Las cuencas perdían su carácter de vedadas, se establecían los límites para preservar el medio ambiente y se abría la puerta para utilizar el agua para garantizar el derecho constitucional.

Sin embargo, el objetivo primordial era abrir la puerta a las concesiones para uso privado y, por lo tanto, agregaron una norma adicional específica para ello: "Los volúmenes disponibles, no comprometidos por medio de la reserva parcial que se establecen en el presente Decreto, se podrán explotar, usar o aprovechar mediante título de concesión o asignación previamente emitido por la Autoridad del Agua".

Con esta disposición sí abren la puerta de par en par para que el agua de estas cuencas, que estaba protegida desde 1930, se destine a garantizar los volúmenes que exigen las empresas mineras, petroleras y privatizadoras de sistemas urbanos de agua, como ha señalado particularmente la organización de la sociedad civil Agua para Todos, pero también otras organizaciones preocupadas por el medio ambiente y por la tendencia privatizadora acentuada en el presente sexenio.

Es evidente que para cumplir los objetivos que pregona la Comisión Nacional del Agua y...

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