España se queda sin revolucionarios

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- El 22 de diciembre de 1976, Santiago Carrillo fue detenido en esta capital por la policía política española semanas después de haber entrado clandestinamente, procedente de Francia, para lo cual se disfrazó con una peluca elaborada por el peluquero de Pablo Picasso y cambió su apariencia con lentes de contacto.

El entonces líder del Partido Comunista Español (PCE), a la sazón ilegal, regresó a su país a bordo de un Mercedes Benz que conducía su amigo, el empresario Teodul-fo Lagunero, con lo cual concluyó casi 38 años de exilio.

Abandonó España en febrero de 1939, luego del triunfo del ejército golpista de Francisco Franco, y permaneció en el exilio prácticamente durante toda la dictadura, contra la luchó al sumarse al frente republicano.

"Durante ese exilio pasé seis meses en París, seis meses en Moscú, seis meses en Nueva York, un año y medio en Cuba, un año y medio en México, un año en Buenos Aires y vuelta a Europa, por Portugal", relató Carrillo en una entrevista con Televisión Española en febrero de 2011, al cumplir 96 años.

Su detención fue propiciada por él mismo para obligar al gobierno de Adolfo Suá-rez a reconocer su presencia legal en España e iniciar así el camino para la legalización del PCE, y para forzar su participación en el proceso de reformas que vivió el país durante la etapa conocida como la Transición Española.

El martes 18 este líder histórico murió en su casa a los 97 años. Prácticamente todas las fuerzas políticas reconocieron su papel central en la Transición Española a la democracia, pese a que esto le acarreó costos en lo electoral y críticas al interior del PCE por desvanecer el proyecto comunista. Salvo los ultraderechistas, entre ellos un sector de la prensa, que le achacan la matanza de Paracuellos de Jarama, el resto de la clase política lo valora.

Desde muy joven, Carrillo Gijón, nacido en Asturias el 18 de enero de 1915, se afilió a las Juventudes Socialistas de España (JJSS) y a la Unión General de Trabajadores (UGT), de la que su padre fue dirigente. Se desempeñó como aprendiz en una imprenta y comenzó escribir en el periódico El Socialista, donde cubría la información parlamentaria tras la proclamación de la Segunda República española, en abril de 1931.

Dirigió la revista socialista Renovación y fue elegido secretario de las Juventudes Socialistas. Durante esta época participó en el movimiento revolucionario del 34, por lo cual fue encarcelado; obtuvo su libertad hasta 1936.

Carrillo se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR