Rahaf Mohammed, entre la libertad y el cálculo político

AutorJaime Porras Ferreyra

MONTREAL.- El pasado 12 de enero Rahaf Mohammed, la saudita de 18 años que llamó la atención internacional por sus mensajes en Twitter pidiendo protección -mientras estaba atrincherada en un hotel en Bangkok-, aterrizó en Canadá. Así daba por terminado su periplo para liberarse de las estrictas reglas de vida para las mujeres en Arabia Saudita. Chrys-tia Freeland, canciller canadiense, recibió a Mohammed en el aeropuerto Pearson de Toronto. La joven portaba una gorra del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y una sudadera con la palabra Canadá, el organismo que respondió a sus mensajes de auxilio y el país que aceptó cobijarla.

Ese mismo día la joven dio una conferencia de prensa. "Quiero ser independiente, viajar, tomar mis propias decisiones sobre mi educación o con quién y cuándo debería casarme. Hoy puedo decir con orgullo que voy a poder decidir", señaló.

No obstante, reconoció que el panorama es distinto para millones de personas. "He tenido mucha suerte. Desde hoy y durante los próximos años, trabajaré para apoyar la libertad de las mujeres en todo el mundo", agregó.

La llegada de Rahaf Mohammed representa una victoria para el gobierno de Jus-tin Trudeau. Con ello apuntala la imagen de Canadá como un país sensible a la condición femenina en el plano internacional. Y da un golpe con guante blanco a las autoridades sauditas. Ottawa y Riad viven una crisis diplomática desde agosto por temas de derechos humanos.

A raíz de este caso, el primer ministro Trudeau ha recibido opiniones negativas de parte de Arabia Saudita y también de medios y analistas canadienses que consideran que la decisión de otorgar el refugio a Mohammed no respetó los pasos habituales para conceder este estatus y temen que siente un precedente para otras mujeres que decidan intentar una aventura parecida.

El yugo familiar

Arabia Saudita se distingue por ser una de las naciones que menos libertades otorga a las mujeres, dadas las severas reglas gubernamentales basadas en una corriente del islam conocida como wahabismo. La población femenina tiene prohibida una larga lista de actividades, necesita obedecer un estricto código de vestimenta y debe respetar un sistema que otorga su tutela a los hombres (padres, esposos, hermanos, tíos). La vida de Rahaf Mohammed no ha sido la excepción.

Un día después de su llegada a Toron-to, Mohammed concedió una entrevista a la cadena CBC donde contó cómo logró huir. "Sabía que no podría cumplir mis sueños mientras permaneciera en...

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