"Raíces", música náhuatl de Gonzalo Ceja
Autor | Roberto Ponce |
En el año Trece Caña nació nuestro Sol... En el año Uno Conejo nació nuestra música... Robaron nuestros frutos, cortaron nuestras ramas, quemaron nuestro tronco; pero no arrancaron las raíces.
Radicado en Tlanepantla, Estado de México, y nacido "en la capital el día que nevó" (10 de enero de 1967), Gonzalo Ceja Gascón explica:
"Las canciones de este disco surgen de reflexiones posteriores a lecturas de nuestra historia, como Nezahualcóyotl, Miguel León-Portilla y Jean de Vos, o vivencias del pasado, con el claro propósito de darnos un enfoque más humano para devolver el color a nuestras raíces prehispánicas o precuauhtémicas."
Los diez temas en náhuatl y español son: "Raíces", "Tabaco", "La memoria", "La amistad", "Niquiztlaqui", "Nohuehueu", "Mientras las águilas regresan", "Nocturnal" y "Nuestro espíritu". Los instrumentos de sonoridades prehispánicas: Tlapan-huéhuetl, teponaxtlis, huéhuetl, piedras lajas, tambores de agua, caparazón de tortuga, cántaros de barro, sonajas-bastón, guaje, raspadores de hueso y madera, sonajeros de material orgánico, cascabeles metálicos y de semillas (percusiones). Flautas dobles, triples, de émbolo, silbatos de barro, trompetas de caracol, ocarinas y acuófonos (alientos). Los convencionales incluyen guitarras, batería y bajo eléctricos; sintetizadores, efectos electrónicos y grabaciones de campo.
Héctor Page, Rafael Déndara (ya fallecido), Edgar Oceransky, Luis Ochoa y Jorge Álvarez acompañan a Ceja, quien junto a su promotora Yéssica Lomelí dice a Proceso:
"Yo tengo una gran oportunidad al utilizar instrumentos de clara influencia pre-hispánica e indígena con el fin de crear una sonoridad diferente que me permite sentirme útil y libre, combinando los sonidos orgánicos con la electrónica y las nuevas herramientas tecnológicas. El sentido del músico indígena es trascendente, por ser parte del servicio que brinda a la comunidad. Es decir, pertenecer a una banda musical en una comunidad indígena es un servicio porque con sus instrumentos y canto acompañan los nacimientos, las celebraciones, los cumpleaños, los bailes y los sepelios.
En Oaxaca, donde yo he tenido más contacto con comunidades indígenas, durante las fiestas patronales una banda invita a otra y van por los diferentes barrios tocando, turnándose todo un día con su noche prácticamente las veinticuatro horas, su arte es parte de un servicio al prójimo. Acá los músicos tocamos y cantamos a cambio de cobrar dinero.
Ritmo y poesía
La variedad de su...
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