Empeños raros

Ilustración Esteban Saldaña

En las bodegas del Monte de Piedad hay lugar para un anillo y para una casa, pero muchas personas echan mano hasta de los objetos más extraños para remediar su apuro económico.

Tales son los casos de una mandíbula de tiburón convertida en arpa, un supuesto bastón propiedad del emperador Agustín de Iturbide, parte de una vajilla usada por el ex Presidente Porfirio Díaz y hasta un "reloj de arena sin estuche" con las cenizas de un cadáver en su interior.

Desde hace 230 años, a las ventanillas de empeños han acudido pignorantes con cosas a las que más que valor económico, les confieren valor sentimental o histórico.

Los registros de empeño del Nacional Monte de Piedad guardan muchas anécdotas que parecerían inverosímiles, aunque todas son reales.

Datos curiosos

Algunos números sobre el Nacional Monte de Piedad: Ñ La primera persona que empeñó fue Juan Cervantes, el sábado 25 de febrero de 1775.

- El 90 por ciento de pignorantes empeña alhajas.

- El valor mínimo para empeñar es de 30 pesos.

- Por casas se presta de $50 mil a $300 mil.

- Desde 1932 se reciben vehículos a empeño.

- También se recibe ropa de cama, pero nueva.

- Mil 900 millones de pesos ha entregado en donativos en los últimos 10 años Ñ $3 mil 500 millones serán prestados este año Ñ En el 2004 se prestaron $3 mil millones y fueron atendidos 5 mil 500 millones de usuarios.

- 33 millones de prendas se empeñarán este año Ñ 6 millones de usuarios serán recibidos este año Ñ Es el único Monte en el mundo que recibe alhajas, obras de arte, herramientas, porcelana, aparatos ópticos, cerámica, aparatos electrónicos, muebles, cristales y relojes, libros, discos, casas y automóviles.

Fuente: Nacional Monte de Piedad

La mandíbula que canta

Según los libros prendarios, en la década de los años 80, una persona llegó con un arpa a la sede del Monte; al presentar el instrumento musical al perito valuador, le aseguró que era muy costoso, ya que él lo había diseñado y construido.

Lo malo fue que ni el autor sabía cuánto costaba su obra; el especialista miró el objeto, lo examinó y se cercioró de que la manufactura fuera artesanal. El empleado se limitó a asentar en el libro: "se recibe para empeño un arpa, pieza única diseñada con una mandíbula de tiburón y cuerdas musicales".

El instrumento valía y el pignorante salió contento, su ingenio le había rendido frutos: un préstamo de cien pesos.

El violín consentido

Otro empeño musical raro fue registrado en 1985. Un hombre...

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