Rastros documentados de la corrupción en la Cámara de Diputados

AutorJesusa Cervantes

La Cámara de Diputados se convirtió en un "botín" político y económico que "PRI y PAN" -"y en menor escala el PRD"- se repartieron desde hace años, lo que llevó a contar con una estructura administrativa "de complicidades y corrupción", sostiene Mario Delgado Carrillo, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador del grupo parlamentario de Morena.

Con documentos que revelan "el reparto de áreas como cuotas" y en las cuales se manejan recursos multimillonarios -el presupuesto de la Cámara fue de 8 mil 439 millones de pesos este año-, Delgado revela a Proceso que solicitará a la Jucopo el mandato para que la Auditoría Superior de la Federación realice una "auditoría integral, porque aquí todo es un botín y todo tiene un color político".

"Es una estructura de complicidades y corrupción que vamos a desmantelar", advierte, y confía en que tener mayoría y las presidencias de la Jucopo y del Comité de Administración les permitirá llegar a las entrañas financieras de San Lázaro.

Cualquier cajón que se abra de los cargos más importantes, como la Secretaría General, la Secretaría de Servicios Parlamentarios, la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros o la Contra-loría Interna -desde donde, según un documento interno de la Cámara, se mantiene un control político y financiero-, tiene el sello de los priistas César Camacho, Man-lio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa y Jorge Carlos Ramírez Marín; del perredista Jesús Zambrano Grijalva o de los panistas Gustavo Madero y Marko Cortés.

Las cuotas

Después de que en 1997 el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y surgió el llamado G-4, que encabezó Porfirio Muñoz Ledo, se modificó la estructura de San Lázaro: desaparecieron la llamada Gran Comisión y la Oficialía Mayor, desde la cual el tricolor mantenía el control político y financiero total.

La nueva división pretendió acabar con la corrupción. No se logró. De acuerdo con un documento interno de la Cámara -que este semanario consultó-, el uso de puestos administrativos como cuotas políticas siguió propiciando la corrupción, sólo que se amplió a dos partidos más: PAN y PRD.

El documento empieza con la descripción de la pieza clave de San Lázaro: la Secretaría General, posición que desde los gobiernos panistas ha conservado el PRI.

La describe como una posición "de poca utilidad y que se ha convertido en un barril sin fondo de recursos". Va más allá: "Sus funciones pueden, sin problema, ser absorbidas por las...

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