Rebota en Chile la crisis venezolana

AutorFrancisco Marín

SANTIAGO.- El presidente chileno Sebastián Piñera fracasó en su sueño de encabezar la caída del gobierno venezolano de Nicolás Maduro: su viaje a la ciudad colombiana de Cúcuta no cumplió ninguno de los objetivos propuestos y expuso a la política exterior de Chile a uno de los peores ridículos de su historia, coinciden excancilleres y analistas políticos.

El 22 de febrero se realizó en dicha ciudad fronteriza el concierto Venezuela Aid Live, organizado por el multimillonario británico Richard Branson con el respaldo de Estados Unidos y Colombia.

La jornada sería el "preámbulo festivo al intento de ingreso de ayuda humanitaria por la frontera colombiana, buscando con ello precipitar el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro", editorializó el diario chileno Interferencia el 25 de febrero.

Piñera llegó a Cúcuta con 8.6 toneladas de alimentos y medicinas. "Nuestra presencia aquí es para solidarizar con la lucha del pueblo venezolano por recuperar su democracia en forma pacífica, dentro de la Constitución y para eso el mejor camino, si no el único camino, es tener elecciones libres, transparentes y democráticas lo antes posible, convocadas por el presidente encargado, Juan Guaidó", dijo el jefe de Estado chileno, acompañado por el presidente de Colombia, Iván Duque.

A primera hora del día siguiente, cuando la tensión era máxima dado que se había fijado ese 23 de febrero como fecha límite para la entrega de la "ayuda", Piñera, Duque, Guaidó y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se congregaron en el fronterizo puente Tienditas. Allí 10 camiones esperaban que las fuerzas armadas venezolanas cedieran el paso. Pero esto no sucedió.

Esto fue toda una sorpresa para Piñera y los otros impulsores de la operación. Tan seguros estaban de su éxito que la representante de Guaidó en Santiago, Guare-quena Gutiérrez -reconocida como "embajadora" por la cancillería chilena- afirmó el 20 de febrero al diario La Tercera que "la ayuda humanitaria va a entrar porque habrá un quiebre en la Fuerza Armada Nacional (de Venezuela)". Esta era la hipótesis de trabajo en la que creyó Piñera. Pero volvió con las manos vacías.

"Toda esta operación llamada 'humanitaria' fue un fracaso, porque ni la ayuda llegó y, en el corto plazo, el gobierno de Maduro salió fortalecido", señala en entrevista el exdiplomático chileno y experto en relaciones internacionales Bo-ris Yopo.

Asegura además que en realidad esta ayuda humanitaria "fue más bien una operación político-comunicacional del gobierno chileno y del Grupo de Lima, que apostaba a que se produciría el fraccionamiento de las Fuerzas Armadas y la caída de Maduro. Pero nada de eso sucedió".

Asimismo manifiesta que la maniobra en la que se embarcó Piñera tiene un costo para la diplomacia...

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