Reclama no reprimir, presentar desaparecidos y liberar presos

Señor director:

Así pues, vivimos la operación abierta o encubierta de miles de agentes estadunidenses en territorio nacional, y solicitaron la portación legal de armas aquí, lo que no han dudado en cumplir quienes hoy detentan el poder.

Históricamente, en cada nación conquistada los pueblos originarios han sido sometidos a la esclavitud o, en el peor de los casos, al exterminio. A los mexicanos se nos ha sometido a persecución y explotación permanentes, así como a la constante violación de los derechos humanos.

En uno de tantos casos conocidos pero deliberadamente ignorados, en 1996, en la región Loxicha, Oaxaca, comenzó una despiadada guerra de exterminio contra los indígenas zapotecos, que se tradujo en cientos de indígenas torturados y encarcelados; muchos de ellos antes fueron desaparecidos y sometidos a las peores torturas hasta por nueve meses; el desplazamiento forzado de la población y las ejecuciones extra-judiciales a manos de grupos paramilitares fue el siguiente paso, cuando a policías y militares se les acabó el argumento de la guerrilla.

De aquellos viejos presos políticos y de conciencia quedan ocho indígenas recluidos desde hace 19 años, y han sido ejecutadas extrajudi-cialmente más de 250 personas, sobre todo líderes comunitarios, pues la represión ha sido permanente y encabezada por grupos paramilitares, como el de Óscar Valencia García, priista que, acompañado de un grupo de hombres armados, ahora hace campaña para la diputación federal.

En 2006, esta guerra descarnada se trasladó a la capital de Oaxaca, cuando la movilización popular pretendió expulsar del poder a Ulises Ruiz Ortiz, gobernante del PRI que, apoyado por el gobierno federal, sofocó las manifestaciones a sangre y fuego. Cientos de personas conocieron la represión, la tortura y la cárcel, además de que se documentó la ejecución extrajudicial de 26 personas afines a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), de junio a diciembre de ese 2006.

El 25 de mayo de 2007 fueron desaparecidos en la ciudad de Oaxaca los luchadores sociales Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez; el 5 de julio de ese mismo año las indígenas triquis Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, de 14 y 20 años, respectivamente, fueron desaparecidas en la región Triqui. El gobierno del estado se burla de organizaciones y familiares que exigen su presentación con vida.

La represión que se veía venir al regresar el PRI a la Presidencia de la República se hizo efectiva el 1 de...

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