Récord sui géneris

AutorAnne Marie Mergier

LONDRES.- Se sabía, pero nunca se había relatado de manera tan directa. Lo que pasaba en la Villa Olímpica no solía difundirse fuera de la Villa Olímpica. El pasado 14 de julio el Entertainment Sport Programming Network (ESPN) rompió la ley de silencio al publicar en su página web un explosivo reportaje acerca de proezas extradepor-tivas y nunca galardonadas de los atletas. Sam Alipour, reportero de ESPN -consorcio televisivo estadunidense exclusivamente dedicado a los deportes que se impuso como referencia internacional- y autor de la crónica, explica que le tocó insistir bastante para arrancar confidencias a los deportistas, en su mayoría de Estados Unidos.

Tanto esfuerzo dio resultado: sus entrevistados describen, a veces con crudeza, unas bacanales que le hubieran causado apoplejía al muy austero Pierre de Coubertin, "padre" de los Juegos Olímpicos de la era moderna.

"Hay realmente mucho sexo en la Villa Olímpica. Sin una buena disciplina puede resultar bastante perturbador", cuenta Hope Solo, portera del equipo estadunidense de futbol femenino que ganó la medalla de oro en Beijing y desea repetir la hazaña en Londres.

El campeón de natación Ryan Lochte, ganador de oro, plata y bronce en los juegos de Atenas y Bei-jing, y quien participa en los de Londres, afirma:

Yo diría que 70%, quizás 75% de los atletas, tienen una vida sexual intensa durante las olimpiadas.

Comprensivo, el reportero de ESPN comenta:

Esa situación es perfectamente lógica, por no decir previsible. Los atletas son gente joven, con una súper forma física. Han sido entrenados como tropas de combate durante años. Y de repente andan sueltos en una burbuja sin ser perseguidos por periodistas ni bajo el yugo de padres sobreprotectores. Su testosterona está en el nivel más alto. Por lo general bajan la intensidad del entrenamiento, al tiempo que siguen su dieta de alrededor de 9 mil calorías al día. Les sobra energía.

Reconoce Eric Shanteau, campeón de natación quien participó en los juegos de Beijing sin ganar medallas y sueña con obtener una en Londres:

La Villa Olímpica poco a poco se convierte en un mundo bastante salvaje; es el más grande mel-ting pot que se puede imaginar.

La famosa futbolista estadunidense Brandi Chastain se divierte cuando cuenta a Alipour su primera incursión en ese mundo totalmente cerrado en que viven los deportistas durante las olimpiadas:

En Atlanta en 1996, cuando entré por primera vez en el inmenso comedor olímpico de la villa oí mucha bulla. Estaba con miembros de mi equipo. Miramos por todos lados para entender lo que pasaba, y de repente vimos a dos handbolistas franceses que sólo vestían calcetines, zapatos, calzoncillos, corbatas y sombreros. Estaban trepados en una mesa y se daban de comer el uno al otro.

Julie Foster, exfutbolista estadunidense cuyo equipo ganó dos medallas de oro y una de plata en tres olimpiadas, y que ahora se desempeña como analista de deportes en ESPN comenta:

Nos sentíamos como en la cafetería de la preparatoria, salvo que aquí toda la...

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