Regazones los atoran

Los conductores pagaron ayer -una vez más- por pifias de las autoridades.

La obstrucción de desagües por el asfalto recién instalado, la falta de mantenimiento o incluso de pluviales en varias zonas, y la mala calidad del pavimento generaron encharcamientos que afectaron la circulación en arterias de la Ciudad.

Los 23 milímetros de precipitación registrados en el Primer Cuadro, bastaron para inundar varios segmentos del Par Vial, cuyos registros y salidas pluviales fueron selladas por las obras de adecuaciones viales el pasado septiembre.

Muchos de estos registros siguen obstruidos.

Aunado a esto, la falta de drenajes pluviales o de limpieza de éstos por parte de las autoridades estatales y municipales provocaron acumulación de agua.

La arteria más afectada fue Morones Prieto, donde el carril exprés ubicado bajo los puentes Cuauhtémoc y Pino Suárez fue cerrado desde las 14:00 horas, al quedar anegado.

Como esta vialidad permite conectar a los carriles ordinarios con los exprés, la restricción mantuvo entrampada la vialidad en los primeros durante todo el día, con filas que llegaron al macropuente Gonzalitos.

Metros más adelante, la falta de un pluvial en la lateral de la nueva gaza que conecta a Revolución con Morones Prieto, a la altura del Parque España, se evidenció una vez más al formarse encharcamientos que afectaron el flujo vehicular.

Sobre Constitución, la acumulación de agua se observó en zonas recién construidas, como la salida de la lateral hacia los carriles centrales adelante del cruce con Degollado.

Al poniente de Monterrey, la calle Luis Echeverría, en la Colonia Valle de Santa Lucía, lució inundada porque las alcantarillas fueron tapadas con basura.

Las arterias...

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