Relación equívoca entre Peña Nieto y las Fuerzas Armadas

AutorErubiel Tirado

El apoyo no sólo es el económico -de ahí la presencia destacada del responsable de las finanzas del gobierno- sino político. Esto último se destaca porque el evento fue realizado con la coartada de la defensa institucional, cobijado en un patriotismo chabacano ("criticar a las Fuerzas Armadas es desprestigiar a México"). Todo, con el verdadero agravante de prefigurar un acto de corte (pre)electoral y de estilo prusiano, al lanzar invectivas, entre otras, contra las declaraciones del líder fundador del partido Morena sobre el papel castrense en materia de seguridad.

Humo verde olivo

Más de treinta mil desapariciones desde 2012 (según organismos internacionales y locales de defensa de los derechos humanos, muchas de ellas forzadas y atribuidas, por comisión u omisión, a las Fuerzas Armadas). Más de cien mil muertes, lo que apunta a que Peña Nieto terminará su sexenio con una tasa de homicidios dolosos más alta que la administración precedente. Dos terceras partes de las entidades del país cuentan ya con una temible práctica de albergar fosas clandestinas en sus territorios (donde no se contabilizan oficialmente siquiera los homicidios cometidos). Y una cauda creciente de

"Nadie es patria.Todos lo somos..." El otro, el mismo Jorge Luis Borges señalamientos y quejas formales contra militares por violaciones a los derechos humanos, donde la tortura sobresale ya como una práctica institucional (con infraestructura castrense y policial, según estudios recientes), dejando atrás la imagen de la mujer guerrerense de la primavera pasada, como una pequeña muestra y anécdota descuidada del desempeño de los soldados.

Estos son los grandes trazos del tétrico rosario de saldos de un país que se esconde tras las cortinas de humo de los encendidos elogios al Ejército y la Marina, que igual quiere ocultar con propaganda el tamaño de sus fracasos en materia de seguridad. Todo ello, producto de políticas erróneas y de una total falta de transparencia y control de las acciones militares y policiales en la última década.

No es casual que en este primer trimestre se observe una involuntaria campaña de propaganda del gobierno a favor de su sector castrense. Hasta antes del 28 de marzo, más de 52 veces funcionarios federales, empezando por el presidente Peña, han realizado actos y referencias públicas de elogio o desagravio a las Fuerzas Armadas.

No sólo eso. Una semana sí, y otra también, la presencia y los dichos sobre el Ejército y la Marina han estado...

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