Un remedo llamado División de Gendarmería

AutorJorge Carrasco Araizaga

La propuesta de Enrique Peña Nieto de crear una Gendarmería Nacional para replegar a los militares a sus cuarteles acabó en mera intención. Pospuesta una y otra vez por indefiniciones y discrepancias al interior del gabinete de seguridad, la idea de crear una gran corporación inspirada en experiencias internacionales terminó reducida a un apéndice de la cuestionada Policía Federal (PF).

La disputa entre civiles y militares por el control del que sería un nuevo cuerpo nacional de policía y la inoperancia de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) para echarlo a andar en el primer año y medio del gobierno de Peña Nieto trabaron la de por sí difícil creación de una corporación que a la larga se erigiría al margen de la PF como un cuerpo de policía militarizada encargado de lidiar con la inseguridad interna, como ocurre en Colombia, Chile, Francia e Italia, entre otros países.

El plan original de Peña Nieto de crear una Gendarmería Nacional se frustró ante la negativa del Ejército y la Marina de ceder el mando de sus hombres a un civil, aseguran allegados a las negociaciones. Cuando los militares se apartaron del proyecto original, el gobierno federal se vio obligado a crear una división de Gendarmería dentro de la PF. Pero enfrentó otro problema, la falta de policías federales dispuestos a convertirse en gendarmes.

En diciembre de 2012, cuando Peña Nieto hizo el anuncio formal de la Gendarmería Nacional, aseguró que "no habría improvisaciones". Pero el cambio de planes ha sido la constante en la CNS, el organismo de la Secretaría de Gobernación responsable desde el principio de crear la nueva corporación. Hasta su propio titular ha cambiado.

Sin las precisiones sobre la estructura y funcionamiento de lo que harán los gendarmes de la Policía Federal, la CNS ha informado a cuentagotas lo que hará esa nueva fuerza y ha cambiado una y otra vez el inicio de su operación.

El plazo más reciente fijado por la propia CNS se venció en los días finales de julio, sin que antes se haya anunciado el marco legal específico para su actuación, en una repetición de lo ocurrido durante el gobierno pasado, cuando Felipe Calderón decidió que los militares salieran a las calles a cumplir funciones de seguridad pública y a combatir el narcotráfico. Sin más respaldo que tesis jurisprudenciales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Ejército y la Marina dispusieron entonces que más de 40 mil de sus efectivos salieran a las calles en la llamada "guerra al narcotráfico".

El anuncio de mayo de 2012

Aunque nunca fue expresa su intención de desaparecer a la PF, Peña Nieto anunció en mayo de 2012, cuando era candidato presidencial, la creación de una Gendarmería Nacional integrada por más de 40 mil efectivos militares que ya tenían experiencia en labores contra el narcotráfico, pero adelantó que estarían bajo un mando civil. Desde entonces, buscó el apoyo del gobierno de Francia y de su Gendarmerie National, institución policial de formación militar que depende del Ministerio del Interior (el equivalente de la Secretaría de Gobernación).

De esa manera, al menos formalmente, Peña Nieto sacaría al Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina de las funciones de seguridad pública y, sobre todo, pondría a salvo a las...

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